Vuelve a subir el precio de la nafta?: desde YPF advierten que habrá otro incremento si el Gobierno no baja un impuesto
La petrolera aplicó dos incrementos en enero. Desde la compañía aseguran que se debe a que el macrismo no avanza con la reducción de la carga impositiva y que aumentarán cada vez que el negocio lo requiera, independientemente del efecto inflacionario. Cuidar la rentabilidad, el principal objetivo
Por Patricio Eleisegui
El Gobierno está molesto por "timing" de la suba de naftas, pero la YPF post-K ratifica su línea "independiente"
Sostener la rentabilidad cueste lo que cueste, aunque eso implique salirle con los tapones de punta al "árbitro" del partido.
Así podría resumirse la postura de YPF en tiempos del macrismo. Y una muestra la da la reciente decisión de aplicar un nuevo incremento en los surtidores, tras el retoque aplicado 15 días antes.
Aun consciente de que la medida iba a elevar el malestar en Casa Rosada, la petrolera no dudó al momento de subir el precio de sus naftas otro 3,5%, para culminar enero con un acumulado del 8%.
Puertas adentro de la compañía, hasta afirman que "se quedaron cortos" y que el alza debió haber sido de al menos 15%. Es decir, que faltó aplicar otro 7% adicional.
El retoque levantó bronca desde el Ministerio de Energía hacia arriba. En medio de la batalla por desacelerar la inflación, fue interpretado como un acto de deslealtad y, al mismo tiempo, como un desafío.
"Están viendo que el Gobierno intenta por todos los medios moderar el alza de precios y aplican un retoque que trastoca todos los planes", dijo a este medio una fuente vinculada con la cartera que encabeza Juan José Aranguren.
"Nadie niega que los costos suben, pero los directivos aumentaron en el peor momento político", amplió. Dentro de la petrolera, la molestia gubernamental es entendida.
En el entorno del titular de la firma, Miguel Ángel Gutiérrez, remarcan que la decisión es producto de la renovada autonomía que el propio macrismo le otorgó a la cúpula directiva y que, en todo caso, la suba es en respuesta a la negativa de aliviar la carga impositiva sobre la estatal.
"En su momento, nos dijeron que estos ya no son los tiempos de Axel Kicillof y que la compañía tiene objetivos de rentabilidad que van más allá de lo que piense Macri. No necesariamente tenemos que consensuar cada uno de los aumentos", expresó una fuente a iProfesional.
En concreto, la plana mayor de la empresa decidió elevar los precios (por segunda vez en enero) luego de que el Gobierno se negara a extender una reducción del ITC (impuesto a la transferencia de combustibles).
YPF solicitó esa opción ante el incremento que vienen exhibiendo sus costos, producto de dos cuestiones: la revalorización del crudo a nivel internacional y la disparada del dólar en el plano doméstico.
Del precio del litro de nafta que se comercializa en los surtidores, el 26% corresponde justamente al ITC.
En enero, la estatal solicitó al Gobierno en reiteradas oportunidades que ese gravamen disminuya a un 10%, al menos hasta que se estabilice la cotización del billete verde.
La falta de respuestas del macrismo, sumado a los vaivenes en el nivel de gastos de la firma, desembocó en los incrementos ya aplicados.
Lejos de la "era Kicillof"
Más allá de la diferencia de posturas, la movida deja a la vista el grado de autonomía con el que opera YPF.
Si bien pertenece al Estado en un 51%, dispone de la libertad suficiente como para sostener una estrategia comercial que afecta negativamente variables clave para el Ejecutivo, como lo es la inflación.
Al momento de explicar los alcances de esta potestad, fuentes cercanas a la petrolera reconocieron que, desde su llegada al poder, el macrismo dejó en claro que quería una compañía con amplia libertad en lo que hace a la toma de decisiones y acciones comerciales.
"Durante el kirchnerismo había que acordarlo todo. Cuando se daba un cambio en los costos, te reunías con los funcionarios, exponías las razones para pedir un aumento y ellos te habilitaban o no. Por lo general, te permitían aplicar aumentos pero había que dejar pasar cierto tiempo entre uno y otro", aseguró una voz vinculada con la estatal.
"Esos fueron las épocas del barril 'criollo' y de peleas con las petroleras que eran iniciadas por el propio gobierno", consignó.
Con la decisión del macrismo de reducir el grado de intervencionismo para atraer inversiones y oxigenar las finanzas de las compañías, YPF pasó a disponer de la autonomía suficiente como para aumentar las naftas sin discutir con los funcionarios con tantos detalles como lo hacía antes.
Es cierto que los equipos de Gutiérrez notificaron al Gobierno que aplicarían la última suba, pero también es verdad que ese aviso lejos estuvo de ser un pedido de permiso.
"Hoy no hay necesidad de consensuar. Las petroleras pueden tomar decisiones en función de sus costos. Hasta creo que en el Gobierno nadie se sorprendió cuando se dio aviso del último incremento", consignó la fuente.
¿Otro golpe al bolsillo?
En el directorio de la petrolera, la premisa es "cuidar" a los accionistas más allá del predominio del Estado en términos accionarios.
En ese sentido, uno de sus integrantes sostuvo a iProfesional que, "dado que casi la mitad de los accionistas son privados, la obligación pasa por defender sus intereses más allá de lo que opine el Gobierno".
"Es obvio que al Ejecutivo no le gustan los aumentos, pero no tiene por qué meterse en las decisiones de la empresa", remarcó
En su visión, sería un acto de deslealtad para con los accionistas no tomar las medidas necesarias para mantener con buena salud las finanzas de la compañía: "Si hacen falta aumentos, habrá que aplicarlos".
La fuente reconoció que el último incremento se debió al silencio oficial sobre el pedido de reducción del ITC, y que a la firma no le quedó otra opción que trasladarlo a los surtidores.
"YPF esperó un alivio impositivo que nunca llegó. Y si vamos a afrontar mayores costos, por el dólar y por el precio del crudo, por lo menos necesitamos reducir impuestos", detalló.
Consultado sobre las consecuencias que trae el alza del tipo de cambio, el ejecutivo (vinculado al directorio de la estatal) anticipó nuevas subas.
"Aun con los últimos incrementos, seguimos con un precio bajo. Debíamos haber aumentado 15% durante en enero y sólo lo hicimos un 8%. Pero si no hay un alivio impositivo, tendremos que volver a avanzar con ajustes entre febrero y marzo", amplió.
El 6 de enero, la petrolera elevó un 3,5% todas sus naftas. Fue el segundo retoque en apenas 15 días y el cuarto desde que Cambiemos decidió que el petróleo local opere en sintonía con valor internacional.
Sólo el último año, la nafta acumuló un alza del 43%, 18 puntos más que la marca inflacionaria.
En línea con lo expuesto, desde la petrolera indicaron que se están tratando de adecuar los precios a los nuevos costos, que tuvieron un impulso por el nuevo nivel del crudo y tipo de cambio.
La firma, al momento de abonar el crudo para elaborar sus combustibles, enfrentó un incremento de hasta 22% de diciembre a esta parte. Como contrapartida, los valores en surtidores se retocaron 15%. Aún no se lograron empatar costos y esto da pie a pensar nuevos aumentos hasta nivelar", explicó a iProfesional un experto del sector.
Desde CECHA, la cámara de empresarios de combustibles, su secretario, Oscar Díaz, sostuvo a iProfesional que el alza de dólar y crudo explican buena parte de las alzas y que, al mismo tiempo, dejan entrever nuevos ajustes en el corto plazo.
"Cuando el Gobierno liberó precios para alcanzar el rango internacional, el contexto era otro. No teníamos estos cambios en el crudo ni en el tipo de cambio", aseguró.
"Las variaciones impactaron enormemente en las petroleras en cuanto a costos. De ahí esta decisión que se dio de forma súbita, de aplicar otra suba. A las empresas les cambió la ecuación", amplió.
Díaz comentó que, para las compañías del sector, la escalada del dólar desvaneció el horizonte de precios estables que se preveía hasta hace poco más de tres meses.(IProfesional)