El presidente de YPF, Miguel Gutiérrez, se mostró de acuerdo ayer con la liberación del mercado de los combustibles definida por el gobierno nacional. No obstante, marcó sus diferencias y dijo que hace falta “dotar al Estado de un instrumento” que permita evitar el impacto en la “economía doméstica” ante las oscilaciones del precio. Esto es, ante una eventual suba del precio internacional del petróleo que pudiera impactar en el valor en los surtidores, pero también ante una baja que afectara a las productoras.
Gutiérrez dijo que el anuncio realizado esta semana requiere de un instrumento que permita delimitar “un perímetro” para el sector que podría ser coordinado, hacia la suba o la baja, para evitar estas disparidades, “vía la aplicación del IPC en cada caso”, en referencia al Impuesto de Transferencia a los Combustibles.
“Nos tenemos que tomar unos días”, remarcó ante un auditorio colmado de referentes del sector. Gutiérrez fue el último orador de la jornada, luego de la exposición que dieron sus pares de Shell, Teófilo Lacroze; de Total, Jean Marc Hosanski, y Martín Cittadini, de la chilena ENAP Sipetrol.
Con todo, el presidente de la empresa nacionalizada había iniciado su opinión diciendo que veía “muy bien que el combustible vaya a precios del mercado”. Pero se diferenció al mencionar que todavía no hay una respuesta clara acerca de cómo impacta la desregulación en el sector de los biocombustibles, y que aún rige “un registro de importadores” por lo que no se puede hablar “de un mercado libre”.
Gutiérrez también se refirió a la cuenca neuquina. El único nombre propio que dio ante el auditorio es el de Pablo Bizzotto, el ahora vicepresidente Ejecutivo de Upstream, señalado como uno de los artífices de la optimización de los costos en Vaca Muerta.
Sostuvo que uno de los desafíos que tiene la petrolera nacional ahora es “llevar el modelo de los no convencionales a los convencionales”, tomando sus “avances tecnológicos y el espíritu de innovación” para hacerlos más rentables.(lmneuquen)