(depetroleo) Un decreto del Gobernador establecía que se debía prever esta situación y evitarla. Los tiempos corrieron y no se tomaron las medidas adecuadas. El yacimiento no está produciendo, el futuro laboral de quienes trabajaban allí es incierto y el trámite de licitación y adjudicación podría demorar entre seis meses y un año.
La entrega del yacimiento Bella Vista Oeste operado por Sinopec se hizo en un contexto en donde no se habían realizado los avances previstos dentro del área de Petrominera, tal cual lo había indicado el Ejecutivo Provincial mediante el Decreto 1572 de octubre del año pasado.
En este Decreto se deja claro que Petrominera “bajo el el artículo 5to de la Ley Provincial N° 409, tiene por objeto realizar por cuenta propia, asociada a terceros o por medio de terceros la exploración, explotación, transporte, industrialización y comercialización de hidrocarburos, líquidos, sólidos y gaseosos y sus derivados”.
También se indica que Sinopec era la titular de la concesión del área, pero el vencimiento operó el 24 de agosto del año 2016, y que durante dicho vencimiento y la efectiva aprobación de la reversión “se produce un espacio temporal en el cual resulta necesario arbitrar los mecanismos que permitan sostener la continuidad productiva del yacimiento, evitando de esta manera perjuicios que podrían generarse por la paralización de la actividad; que para ello deviene necesario que Petrominera Chubut Sociedad del Estado instrumente los mecanismos pertinentes para la operación del yacimiento por sí o por terceros y la comercialización del producido, que serán instrumentados a través de un proyecto de operación y comercialización si lo efectuara por si, y/o un acuerdo de operación y/o comercialización si lo efectuara un tercero, los que deberán ser aprobados por el Ministerio de Hidrocarburos”.
Lo mencionado deja claro que para la fecha indicada debía haber un trabajo de Petrominera para que se lleve adelante el proceso de transición sin que se afecte la actividad del yacimiento, algo que en la practica no ocurrió. Primero porque Sinopec continuó operando el yacimiento hasta tanto se pudiera arbirtar lo mencionado (un tiempo establecido y pautado de 180 días), pero desde que entregó el mismo hace poco menos de un mes, la realidad es que dicho yacimiento se encuentra inactivo.
Además de que no hay producción, el futuro laboral de quienes desempeñaban tareas en el lugar – alrededor de 50 operarios- es incierto.
Es decir, Petrominera debió preveer, según lo indica el decreto, la operación del yacimiento hasta tanto desde el Ministerio de Hidrocarburos se realizara la licitación correspondiente del área. Esta operación la podría llevar adelante la propia empresa del estado, o bien utilizar las alternativas de asociarse con otra firma o permitir que un tercero directamente se hiciera cargo del yacimiento hasta tanto se produzca la nueva adjudicación.
Esto no sucedió en la práctica y el yacimiento se encuentra inactivo, algo que se quería evitar.
En proceso
En la actualidad el Ministerio de Hidrocarburos está finalizando el trámite de reversión y trabajando en el proceso de nueva licitación, pero mientras esto sucede la idea era que el yacimiento no estuviera paralizado.
El proceso de adjudicación, previo llamado a licitación con todo lo que esto implica (publicación, plazos de presentación, visitas de yacimiento, presentación de documentación, ofertas, y demás) puede tener una demora administrativa de entre seis meses y un año.
La preocupación en este caso, señalaron técnicos ligados a la actividad petrolera consultados por este medio, es que si un yacimiento está mucho tiempo paralizado corren peligro los equipos que se encuentran en el mismo, incluso con el riesgo de quedar inutilizados, incluidos los ductos de transporte.
De allí la necesidad de que mientras se produce el proceso licitatorio se ponga en marcha lo ante posible.
En el caso de que Petrominera no esté en condciones de afrontar esto, especialmente por temas económicos por la inversión que hay que realizar para la puesta en marcha nuevamente, la empresa que se haga cargo deberá realizar esa inversión. Obviamente si alguna empresa está interesada en hacerlo tendrá como objetivo ganar la licitación, y en el caso de que no fuera la adjudicada, la empresa que se haga cargo del yacimiento deberá disponer de los fondos para quien hizo la inversión.
Con este panorama se establece la necesidad de la puesta en marcha lo antes posible del yacimiento.