La Cámara de Apelaciones de Nueva York deberá decidir después de la audiencia de este jueves si acepta el argumento del Gobierno de que la expropiación de YPF fue un acto soberano y, por lo tanto, no le corresponde a la justicia norteamericana darle o no la razón a la demanda del grupo Burford.
Así lo explicaron fuentes muy relacionadas con el caso, que detallaron que, luego de que los jueces de segunda instancia tomen una decisión sobre esta cuestión, el caso volverá a la jueza de primera instancia, Loretta Preska, quien resolverá sobre el fondo del expediente.
Uno de los ejes centrales que estará en debate es la doctrina del “Act of state”, que determina que cada país tiene límites respecto de otros Estados y que su poder judicial no se entrometerá en los actos de otros países respecto de hechos ocurridos en su territorio.
Estados Unidos acepta esta doctrina, que es una de las piezas que la Argentina llevó como argumento a este juicio y que la jueza Preska no aceptó en primera instancia. El “Act of state” se utiliza cuando un activo de los Estados Unidos es nacionalizado en otro país y la empresa afectada reclama en los tribunales norteamericanos para ser resarcida.
El otro argumento de la Argentina es que, como la expropiación de YPF en el kirchnerismo fue un acto soberano y no una decisión comercial, está protegida por la “Foreign inmunity act”, que limita los juicios en los EE.UU. contra otros países.
Una vez pase la audiencia de este jueves 15 y la cámara se expida sobre los argumentos que expondrán los abogados de la Argentina y de Burford -que le compró el reclamo legal a los Eskenazy- el tema volverá a la primera instancia, donde Preska deberá decidir si el reclamo del fondo de inversión es pertinente y si hace lugar a los 3000 millones de dólares que pidió como resarcimiento contra el estado argentino.
Recién en ese momento la Argentina podría argumentar, como piensan algunos abogados que participan del caso, que, luego de las revelaciones formuladas por el financista Aldo Ducler, que el reclamo de Burford-Eskenazy es nulo porque la compra de esas acciones se habría hecho con dinero presuntamente “malhabido”. Y, más aún, no solo rechazar el pedido de los demandantes, sino repetir la demanda contra ellos, en complicidad con el kirchnerismo.
Manhattan es el destino adonde los abogados del gobierno van a tratar de hacer detonar uno de los juicios más grandes que enfrenta el país, secuela de la estatización kirchnerista de las acciones de Repsol en YPF. En esa sesión se discutirán cuestiones preliminares que decidirán el rumbo de la causa. Primero de todo, si esa demanda debe tramitarse en Nueva York o en los juzgados de la Argentina. Después, si es un problema accionario de la empresa, o si la estatización fue un acto soberano de la Argentina que está por encima del derecho comercial.
Fabián Rodríguez Simón – uno de esos abogados – ha mantenido en el más cerrado hermetismo la naturaleza de la misión que terminó este fin de semana en Madrid, afirma el columnista Zuleta Pucceiro. Este asesor presidencial y experto en cuestiones complejas es además director de YPF. Llegó ayer a Buenos Aires y, sin casi tiempo para rehacer las maletas, voló a Nueva York junto al Procurador del Tesoro, Bernardo Saravia Frías.
Operación Discovery
Los abogados del estudio Cravath, Swaine & Moore LLP que defienden a la Argentina incluirán en la audiencia, que es previa a la apertura a prueba de la demanda, la aplicación del artículo 69, a, 2 del código de Procedimientos en lo Civil de los Estados Unidos, sobre “Obtaining Discovery”. Esa medida se hizo conocida en los juicios Griesa contra la Argentina y describe las facultades que tienen las partes para acceder a información del otro. Esto traduce la trama Ducler de este caso.
El financista Aldo Ducler murió hace dos semanas cuando negociaba con el gobierno facilitar documentación sobre el origen del dinero para comprar las acciones que hoy están representadas por el grupo Burford Capital.
Para el gobierno no es difícil rastrear, con la traza que propondría Ducler en vida, la relación entre esas acciones y la familia Kirchner. La implicación de los dos apellidos, Kirchner y Ducler, bastarían para aterrar a los demandantes. El apellido Kirchner está señalado en denuncias por corrupción. Aldo Ducler tuvo un trámite de negociación con autoridades de los Estados Unidos en un caso de lavado de dinero que se atribuyó a un cartel de narcotraficantes. ¿Quién tiene espaldas para atacar a la Argentina en ese contexto?, se entusiasman en Olivos. Este juicio, y otro del cual fue notificada la Argentina hace una semana, atemoriza al gobierno porque si se pierden podría costar algo así como U$S 5.000 millones. Casi lo que le pagó el gobierno de Cristina a Repsol por las acciones estatizadas.
Gestiones a dos manos
Pese al hermetismo, el entuerto en los tribunales de Nueva York ha sido objeto de reuniones que alumbrarán alguna criatura política esta semana. Fue tema no sólo de los trámites de Rodríguez Simón en Madrid sino también pudo estar en las charlas, dos, que mantuvo en Buenos Aires el embajador en Madrid, Ramón Puerta. Estuvo el viernes en Olivos con el Presidente y volvió a visitarlo en la quinta Los Abrojos el sábado, después del acto de Macri con Carrió y la cúpula porteña del oficialismo en La Lechería de Caballito.
Las relaciones de este gobierno con los españoles son inmejorables, salvo con Repsol. Ningún ejecutivo de esa compañía ha tomado contacto con las autoridades del gobierno Macri desde su asunción.
Cuando el presidente viajó a España en febrero pasado, Antonio Brufau – titular de esa empresa – estuvo invitado a todos los actos, cenas y demás actividades, pero no apareció. Hoy Repsol parece ser el blanco de los abogados del gobierno porque caminan por la pista del “Discovery” del origen de la asociación con los Kirchner. En los últimos días algún personero del sector hizo un primer acercamiento hacia el gobierno, través de un directivo de la forma Petronor, que es la principal refinadora de petróleo de española y que Repsol controla porque tiene más del 85% de las acciones. Estuvo en la embajada de Puerta para exponerle proyectos de ese grupo que incluye la pacificación de las relaciones en América Latina y tienen en la mira a la Argentina. (Fuente: LN, ZST, NA)