Un estudio revela la posibilidad de almacenar en pozos petroleros inactivos, la captura de dióxido de carbono, y así, mitigar la contaminación, se trata del primer proyecto que analiza trampas geológicas individuales para capturar y mitigar CO₂ a escala territorial. La iniciativa fue impulsada por la Secretaría de Hidrocarburos de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, con el apoyo técnico del Consejo Federal de Inversiones y la Fundación ArgenINTA. Los resultados fueron presentados en el Centro Cultural Yaganes de Río Grande, con la presencia de autoridades provinciales y expertos del sector energético y ambiental, según consignó el sitio cafecientificopatagonia.com
El equipo de trabajo ha sido liderado por el Dr Oscar Olima (UNPSJB) referente de la actividad energética con expertis en gestión ambiental, de amplia experiencia en la industria hidrocarburífera, en destinos como Latinoamérica y el Sudeste Asiático “el objetivo fue realizar un estudio de prefactibilidad, lo que se intenta saber es si los pozos pueden ser receptores de CO₂, para en un futuro convertirse en sumideros, en futuros almacenes”. Así comienza explicando los objetivos trazados en el estudio realizado en el punto geográfico que corresponde al área denominada San Sebastián y Las Violetas en Tierra del Fuego.
A diferencia de otros estudios que abordan el almacenamiento de CO₂ a nivel de cuenca, este proyecto es el primero en el mundo que analiza reservorios individuales como posibles receptores para la captura y mitigación del carbono. Para ello, se conformó un equipo multidisciplinario integrado por el Geól. Néstor Acosta, el Ing. Rubén Oliva y el Téc. Jorge Ceballos, especialistas en petrofísica, ingeniería de reservorios, producción y perforación, de manera de cubrir integralmente los aspectos técnicos, operativos y ambientales para validar la viabilidad del proyecto.
Los pozos que se seleccionaron para el estudio, son pozos de la actividad petrolera que hoy se encuentran inactivos por no tener rédito económico “y el resultado más importante es que estamos en condiciones de decir que la formación Springhill en los pozos seleccionados presentan características geológicas, geofísicas de entrampamiento que permiten el arribo del CO₂. Esto está justificado desde la roca reservorio que va a ser el almacén, la roca sello que es muy importante porque es la que va a actuar justamente como formación impermeable para impedir que el CO₂ se fugue. Y las condiciones de la construcción del pozo, que fueron pozos con una vida de explotación petrolera y, el entrampamiento, que está garantizado desde la geología, la geofísica y la petrofísica”.
Sobre aspectos ambientales que se consideran al diseñar proyectos de almacenamiento subterráneo de CO₂ explicó que “Por tratarse de CO₂, sin dudas, las condiciones de traer el fluido al pozo exige condiciones mecánicas de las tuberías o de todos los conductos que deben ser tomados en cuenta.
Como a la hora de revestir el pozo o rediseñarlo, es necesario cambiar los materiales de conducción”. Las tuberías y conductos deben cumplir con ciertas condiciones mecánicas para garantizar el acceso adecuado del producto al pozo.
El proyecto ofrece un enfoque pionero porque mientras otros proyectos analizan el almacenamiento a nivel de cuenca, este es el primero que evalúa reservorios individuales como posibles receptores del gas, es decir, aplica una metodología que permitirá identificar trampas geológicas específicas con potencial para almacenar CO2 de manera segura y eficiente, contribuyendo a los objetivos globales de descarbonización con un enfoque adaptado a la realidad regional
El Dr Olima expresó que “Desde el punto de vista global, el estudio ofrece un aporte sobre el conocimiento del almacenamiento del CO₂. Haber encontrado, por un lado, trampas geológicas que puedan capturar, depositar y sellar el CO₂, y por otra parte a lo referido concretamente a este estudio, tiene una posición más que importante para el cono sur de Latinoamérica y en particular por el pasaje del bioceánico y su proyección hacia el sur, lo cual lo hace geopolíticamente muy importante en el caso de convertirse en receptor del CO₂ para la aldea global”.
Fuente: cafecientificopatagonia.com