"Empezamos el año pasado en Vaca Muerta con dos licencias de exploración, pero estamos buscando otras oportunidades" afirmó la directiva de la firma noruega.
La empresa de energía noruega Statoil ratificó este miércoles su interés en incrementar su participación en el yacimiento no convencional de Vaca Muerta, a partir de la cooperación con nuevos socios y la experiencia recogida en los últimos 10 años de operaciones en los campos de shale de los Estados Unidos.
Así lo planteó la presidenta de la filial argentina de Statoil, Nidia Alvarez, al participar del Foro de Negocios en Energía Sustentable que se realizó esta tarde en la Cancillería argentina, con la participación de empresas de ambos países.
"Empezamos el año pasado en Vaca Muerta con dos licencias de exploración, pero estamos buscando otras oportunidades" afirmó la directiva de la firma noruega en referencia a su participación en el bloque Bajo del Toro, donde está asociada con YPF como operador; y Bajo del Toro Este, donde es la operadora, con la estatal neuquina GyP.
Para 2018, la empresa noruega tiene previsto avanzar con tres nuevos pozos exploratorios "para testear el bloque" y sumar a ese conocimiento la experiencia recogida en las operaciones que mantiene en 30 países en los que también trabaja off shore, con 20.500 empleados en todo el mundo.
"Hoy hay sólo 600 pozos en Vaca Muerta, lo que abre las puertas a un gran futuro en el que estamos muy interesados en ser parte, porque estamos convencidos que es posible producir recursos no convencionales a escala comercial fuera de los Estados Unidos", afirmó Alvarez en su presentación en el Palacio San Martín.
En ese sentido, la directiva resaltó la experiencia de la empresa en grandes yacimientos de Argelia, Rusia, Canadá, Venezuela y Brasil, pero "sobre todo en el conocimiento recogido durante los últimos 10 años en el no convencional de Estados Unidos" donde opera en las formaciones de Marcellus, Bakken y Eagle Ford.
Allí, aseguró que la empresa logró "una mejora significativa en la eficiencia de la operación, lo que le permitió reducir fuertemente sus costos de desarrollo ya que en 2014 la compañía requería un precio del crudo a 90 dólares el barril para obtener ganancias en sus operaciones no convencionales, y hoy logra a un precio de 53 dólares.
"Somos nuevos en la Argentina, pero podemos traer el aprendizaje en Estados Unidos, con nuevos socios y cooperación, para lograr un rol activo en el desarrollo industrial de los players", afirmó.