(EFE).- La petrolera Shell informó este jueves de que sufrió unas pérdidas atribuidas de 17.666 millones de dólares (15.030 millones de euros) en los nueve meses del año, frente a los beneficios de 14.878 millones de dólares (12.658 millones de euros) obtenidos en el mismo periodo del año anterior.
Los ingresos alcanzaron en el periodo en 136.554 millones de dólares (116.180 millones de euros), una caída del 47,6 % frente a enero a septiembre de 2019, según Shell, que publica sus resultados en dólares porque es la divisa en que cotiza el oro negro.
En un comunicado remitido a la Bolsa de Londres, Shell indicó que en el periodo -enero a septiembre- registró unas pérdidas antes de impuestos de 22.842 millones de dólares (19.433 millones de euros), frente a los beneficios antes de impuestos de 22.695 millones de dólares (19.308 millones de euros) en los nueve meses de 2019.
Las compras de Shell llegaron a 88.582 millones de dólares (75.365 millones de euros) en los nueve meses, un 53,9 % menos que en el mismo periodo de 2019, en tanto que los gastos de producción fueron de 17.299 millones de dólares (14.717 millones de euros) en los nueve meses, un 9,8 % menos que el año anterior.
Los gastos totales alcanzaron los 161.009 millones de dólares (136.986 millones de euros), un 34,1 % menos que en el año anterior.
La empresa indicó que las pérdidas reflejan el descenso de los precios del petróleo, a raíz de la caída de la demanda por la pandemia de la covid-19, que afectó sobre todo al sector aéreo.
Shell anunció un dividendo para el tercer trimestre de 16,65 dólares (14,1 céntimos).
De cara al último trimestre del año, la petrolera admitió que hay una "significativa incertidumbre" en las condiciones macroeconómicas por la pandemia, que se traducirá en un impacto negativo en la demanda de petróleo, gas y productos derivados.
La compañía informó de que en el tercer periodo del año completó la venta de su puesto de gas Appalachia en Estados Unido por valor de 541 millones de dólares (460 millones de euros), que fue abonado totalmente en efectivo.
El consejero delegado de Shell, Ben van Beurden, señaló que el flujo de efectivo permitirá el crecimiento de la empresa y resaltó que debe seguir fortaleciendo su posición financiera mientras hace su transformación hacia un negocio de emisiones cero.
