La provincia pasó de tener 4.300 asalariados en 2003 a 14.000 en 2014. Pero se calcula que por cada puesto directo pueden generarse cuatro indirectos. Por eso, el rubro energético es un gran dinamizador del consumo local, si se tienen en cuenta, además, los altos niveles salariales de los trabajadores del sector petrolero.
La producción de petróleo, gas y otras actividades mineras resultan vitales para la provincia, ya sea porque los tres sectores generan un alto Valor Agregado Bruto (VAB) a la economía provincial y patagónica, como así también, por la generación de puestos de trabajo, directos e indirectos, que repercuten en toda la economía del país.
Entre 2003 y 2014, la economía argentina en todos sus rubros tuvo una expansión del 62 por ciento. El mayor ritmo de crecimiento lo tuvo el rubro servicios, que en el mismo período alcanzó un alza del 75 por ciento, mientras que la producción de bienes creció un 44 por ciento. Estos datos se desprenden de la Dirección de Cuentas Nacionales del INDEC.
El rubro de producción de bienes está integrado por Agricultura, Ganadería y Caza, Pesca, Explotación de minas y canteras donde está comprendida la actividad hidrocarburífera, industria manufacturera, construcción y suministro de electricidad, gas y agua. Según los datos ofrecidos por el INDEC, las actividades hidrocarburíferas representaban en 2014 el 3,53 por ciento del Valor Agregado Bruto del país.
El sector vinculado a la producción de bienes que más aportó a la economía fue la industria manufacturera con el 22,36 por ciento, seguido por el sector agropecuario (6,49 por ciento), la construcción (4,77) y el suministro de electricidad, gas y agua (1,57).
Si bien la generación de valor agregado de la industria petrolera, gasífera y minera parece exigua frente al resto de los sectores analizados, al interior de la Patagonia y en particular a Santa Cruz, su impacto se amplifica.
Según un trabajo publicado por la Secretaría de Política Económica y Planificación del Desarrollo (octubre 2015), entre 2003 y 2014 las exportaciones del complejo productivo petrolero tuvieron un incremento en Santa Cruz del 21 por ciento, mientras que el complejo minero creció un 54 por ciento.
Esta evolución tuvo su correlato en la generación de empleo directo en los rubros analizados. En 2003, el sector petrolero y minero empleaba en la provincia 4.300 personas de manera directa. Para 2014, la cantidad de trabajadores pasó a 14.000, es decir un incremento del 222,7 por ciento.
Si se tiene en cuenta el total de personas en relación de dependencia en la provincia, los rubros analizados (petróleo y minería) equivalen al 21,3 por ciento del total de trabajadores de Santa Cruz, el porcentaje más alto después de los empleados vinculados a los servicios, que representaron el 35,8 por ciento del total del empleo registrado en esta jurisdicción.
Los 14.000 trabajadores directos del complejo petrolero-minero santacruceño representaron en 2014 el 17,5 por ciento del total de trabajadores del mismo complejo a nivel nacional, que incluye al resto de la Patagonia y algunas provincias del NOA. En todo el país, los trabajadores registrados vinculados a estas industrias alcanzaron la cifra de 80.000 personas, el 1,2 por ciento del total de asalariados a nivel nacional.
Este dato ratifica la fuerte dependencia del sector petrolero y minero para las provincias de la Patagonia, aunque la economía local y regional se fue diversificando en los últimos años.
“Este sector es el más importante de todos los agregados, habiendo alcanzado una participación máxima en el producto bruto geográfico para 1996 del 50,37 por ciento neto de impuestos. Esto habla de una especialización casi completa en un tipo de explotación petrolera y gasífera, casi exclusivamente. A partir de 1996, la participación del sector comenzó a disminuir, levemente primero, y más rápidamente después, hasta llegar a consolidar un ‘cambio de tendencia’ registrada hacia el año 2002, posiblemente obedeciendo a un fuerte cambio de los precios relativos en la economía argentina”, analizó Daniel Jorge Martínez Llaneza, investigador y docente del Universidad Nacional Tecnológica (UTN), regional Santa Cruz, que en 2010 escribió un libro sobre la evolución económica de la provincia.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) determinó que la participación de Santa Cruz dentro del Producto Bruto Geográfico nacional creció un 60 por ciento entre 1997 y 2005 (al pasar del 1,0 por ciento al 1,6), y un 17 por ciento dentro de la región patagónica. Es decir que, al mismo tiempo en que se dio la diversificación señalada por Llaneza, la provincia mejoró sus indicadores económicos.
Otro rubro que debe analizarse de manera conjunta con el sector petrolero es la generación de empleo en la construcción, que en el período 2003-2014 aumentó en la provincia un 77,5 por ciento. Si bien la mayor cantidad de asalariados están vinculados a la obra pública, hay un dato que permite apreciar el peso específico de la construcción dentro del sector energético.
A 2014, los asalariados de la construcción eran 8.900. De ese total, 1.400 estaban afectados a la construcción de las usinas termoeléctricas de Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT), es decir el 16 por ciento de la masa asalariada de la construcción. (Tiempo Sur)