Las entidades empresariales que reúnen a los propietarios de estaciones de servicio advirtieron hoy que un eventual congelamiento de precios en los surtidores, hasta fin de año, no permitirá al sector seguir la evolución del dólar en que se fija el crudo ni el alza del costo de vida.
El sector petrolero aguarda el decreto que establecería un precio sostén del barril de crudo, lo que permitirá mantener el nivel de empleo del sector, asegurar los ingresos provinciales por regalías, y mantener los precios de los surtidores por el resto de 2020, en medio de la volatilidad global del mercado.
El presidente de al Confederación de Entidades Comercializadoras de Hidrocarburos y Afines (Cecha), Gabriel Bornoroni, resaltó que para el sector "resulta primordial participar de la mesa de negociación del barril criollo y del congelamiento de precios de combustibles".
"Somos el último eslabón de la cadena de comercialización y garantizamos más de 60 mil puestos de trabajo. Consideramos que debemos participar en la definición de su precio", aseveró el directivo al recordar que las estaciones de servicio "desde marzo operan como servicio esencial pese al perjuicio económico que les genera diariamente", por la caída abrupta de demanda.
Bornoroni planteó que "ante este contexto, avanzar en la definición de un precio de barril criollo es una medida que requiere de una mesa de consenso en la que estén todos los actores y en la que necesariamente tienen que estar presentes las estaciones de servicio".
Por su parte,el presidente de la Federación de Entidades de Combustibles (FEC), Julio Alonso, explicó que además de la coyuntura por la pandemia de coronavirus, el sector ya venía reclamando, antes de la emergencia sanitaria, "una compensación por los aumentos salariales del año pasado y que representaria una proporción de alrededor del 16% del precio en surtidor".
Pero ante una eventual decisión de fijar un barril criollo a US$ 45 para la comercialización local de petróleo. el directivo dijo que "al mantener el precio de referencia en dólares, los precios internos quedan enganchados a la evolución de la moneda estadounidense".
"Pero también el sector se pregunta si podrán sostenerse las estaciones de servicio, sobre todo las de propietarios particulares, con precios congelados hasta fin de año, si no hay al menos una bonificación en el precio que reciben por litro", reflexionó Alonso.
En el mismo sentido, el vicepresidente de Cecha, Carlos Gold, aseveró que la fijación de un barril criollo "no ayudará a garantizar la actividad en el sector, ya que actualmente el problema está ocasionado por la caída de demanda que provocó la paralización de las refinerías".
"Fijar un precio de barril criollo sin un sistema de actualización ágil y previsible de precios en los surtidores o reducción de impuestos, generará una situación de pérdida estructural en el negocio de refinación y comercialización de combustibles y lubricantes", advirtió Gold.