El barril de referencia WTI, perdió 79 centavos y quedó en US$48,49 en los contratos para entrega en abril. Es el precio más bajo desde noviembre y significa una pérdida semanal de más de 9%.
Por su parte, en el mercado de Londres el barril de Brent del mar del Norte bajó 82 centavos y cerró en US$51,37 para los contratos a mayo. Es el menor valor tres meses y significa una caída de casi 8% en la semana
La confianza del mercado se quebró tras conocerse esta semana el fuerte incremento en los inventarios de crudo en Estados Unidos. El viernes, la firma de servicios petroleros Baker Hughes reportó otra alza semanal en la cantidad de plataformas extractoras en Estados Unidos.
Este descenso por debajo de los US$50 no se registraba desde diciembre de 2016.
Este viernes, los productores Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos expresaron preocupación porque un mayor bombeo de petróleo de esquisto en Estados Unidos podría dejar sin piso su propuesta de reducción de la producción petrolera.
Las perforaciones de petróleo y gas en Estados Unidos han aumentado y los productores planean expandir la producción en Dakota del Norte, Oklahoma, y otras regiones de esquisto, mientras que la producción en Permian, el mayor yacimiento petrolero de Estados Unidos, también subió con fuerza.
Este hecho minado el optimismo generado por el acuerdo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para reducir la producción, generando dudas respecto a cuánto tiempo estará dispuesto el cártel a reducir el bombeo si los precios siguen bajando.
Varios advierten que EE. UU. volvió a su nivel de producción de hace un año. Este viernes los inversores tomaron nota de un nuevo aumento de la cantidad de pozos activos en Estados Unidos, según el recuento semanal de la firma privada Baker Hughes.