El presidente de la agencia de promoción de la investigación evaluó de este modo la apertura de la convocatoria para proyectos para la transición energética.
El presidente de la Agencia I+D+i, Fernando Peirano, afirmó que la Argentina tiene desafíos tecnológicos que abordar para poner a punto sus capacidades y mostrar desde lo público un camino de inversión al capital privado, al destacar la importancia de la convocatoria de "Proyectos Estratégicos para la Transición Energética" que contará con un financiamiento de $1.000 millones.
La convocatoria, cuyas bases se podrán consultar a partir de este lunes, busca impulsar nuevas capacidades científicas, tecnológicas y de innovación locales que aporten a la incorporación de herramientas, equipos y conocimientos que favorezcan un mejor aprovechamiento de los recursos renovables para generar energía con baja emisión de gases de efecto invernadero (GEI).
"La misión de la agencia no es escalar y poner proyectos en estadio de mercado, sino que estamos en la fase precompetitiva antes de que llegue al mercado y que sea la inversión privada que lo escale y le de aplicación comercial", explicó el economista especializado en innovación y el desarrollo productivo en diálogo con Télam.
"Abonamos la tierra para que la inversión comercial, que suele ser muy cobarde para establecer un sendero de desarrollo en proyectos green field, se vea mas favorecida donde no encuentre una lógica de recuperación a través de las utilidades de la inversiones", explicó.
"La mejor manera de recibir inversión extranjera directa es teniendo capacidades nacionales activas y potentes, con un sistema integrado y con lazos con el sector productivo", agregó Peirano al plantear el doble objetivo de desarrollar capacidades tecnológicas y productivas en todas las fuentes de energías y a la vez trabajar en el almacenamiento y el traslado de esos recursos.
El funcionario dijo que la convocatoria refleja el convencimiento de que el país puede "desarrollar capacidades propias y resolver desafíos que el mundo se plantea, como lo es el buen uso de los recursos naturales, con un nuevo modelo de desarrollo, más federal y con nuevas perspectivas ambientales y de género".
La idea de que busca la iniciativa es que los proyectos -que se podrán presentar a partir del miércoles 1 de diciembre hasta el 1 de marzo próximo- permitan "perfeccionar puntos débiles del nuevo ecosistema energético en el que se identifican las transiciones desde solar al hidrógeno o desde la eólica y la carga de una batería. Esas interfases son fuertes desafíos tecnológicos que vamos a trabajar en etapa de prototipo".
Para la puesta a punto de esas nuevas capacidades técnicas y que la inversión encuentre un camino, la Agencia incentiva la unión de instituciones científico tecnológicas con empresas que operen en el país, lo que implica la participación de empresas como Y-Tec, Invap, Impsa, Cnea como otras pymes e institutos que vienen ayudando a acercarse al borde de mercado.
En ese tránsito de explorar las capacidades para tentar a la inversión privada que busca un lucro, la Agencia cuenta en la actualidad con 5.500 proyectos científicos y también opera incentivando el trabajo de 1700 pymes en el ámbito productivo, con lo cual cumple un rol en materia de agenda microeconómica.
La convocatoria
El exsubsecretario de Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación entre 2011 y 2015, explicó que la actual convocatoria propondrá el desarrollo de proyectos en plazos de hasta 3 años, con una financiación total en torno a los $1000 millones que requerirá una contraparte del 30%.
El instrumento consiste en Aportes No Reembolsables y el fondo estará a cargo de garantizar los procesos necesarios para la adjudicación, desembolso, seguimiento técnico y financiero.
De cada proyecto se hará la correspondiente evaluación técnica, su plan de adquisiciones y los requerimientos de financiamiento de recursos humanos, prototipos y equipamiento de laboratorio, con la intención de lograr su puesta en marcha a mediados de 2022.
El objetivo del concurso no es ahondar en la etapa de generación energética en si misma sino en los desafíos tecnológicos que presentan las fuentes solar, eólica, biomasa y la undimotriz (o energía de las olas), y en el componente de los vectores como lo son el litio y el hidrógeno, entendidos como recursos para almacenar y transportar energía.
También se buscarán abordar problemas vinculados a la conectividad porque "hay una dificultad técnica de cómo se conecta la energía de estas fuentes con la red nacional de interconexión de transporte", ya incursionando en nuevos terrenos de innovación, explicó Peirano.
"Hay una agenda en el sector energético de smart greed o redes inteligentes para ir a un sistema más eficientes por las múltiples energías y vectores que van a contribuir a la red nacional", que demandan la integración de la electrónica, la digitalización y la automatización que motiva a repensar la red integralmente.
Así, con esta convocatoria se espera desarrollar conocimientos y tecnologías que contribuyan al cuidado del ambiente, al mejoramiento y la articulación de las capacidades científicas, tecnológicas e industriales del país, a reducir la dependencia de los combustibles fósiles en la producción de energía, y a mejorar la competitividad del sector productivo.
"Tenemos que saber que Argentina es un país rico en recursos naturales, virtuoso en términos de tradición productiva con actores competitivos en muchos sectores, y una formidable plataforma de ciencia y tecnología muy diversificada. El gran desafío estas piezas", explicó al reseñar la política de la Agencia orientada a cinco grandes agendas: salud, alimentos, producción verde, transición digital y transición energética.
En este sentido, Peirano destacó que "la promoción de políticas publicas son indispensables y demanda lidiar con el doble desafío institucional, combinar estas piezas en un mundo globalizado donde los incentivos muchas veces dificultad la combinación de estos elementos distintivos y que son puerta de salida de muchas situaciones de estancamiento".(Telam)