El precio del barril de petróleo bajó hoy en Nueva York por segundo día consecutivo debido a las preocupaciones de los inversores y los operadores, por el futuro de la demanda mundial, y ante el aumento de la oferta por parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+).
El barril de la variedad WTI cayó 0,9% para cerrar en 70,60 dólares; mientras que el tipo Brent bajó 0,5%, en 72,50 dólares, según cifras suministradas por el New York Mercantil Exchange (NYMEX).
El crudo de referencia en los EE.UU. había caído aún ayer un 3,6%, como consecuencia de la preocupación por el aumento de las infecciones de la variante delta.
Ese miedo por el aumento de los casos de coronavirus y el impacto que pueden tener en la demanda de combustible siguió marcando hoy el ritmo del mercado.
Los inversores consideran que se está en el fin de la temporada de verano. "Nosotros pactamos contratos a futuro con entrega en octubre y si la demanda no reacciona y sigue afectada por el coronavirus y la mayor oferta de la OPEP+, está claro que los precios van a ir a la baja", comentó un corredor.
La preocupación se debe tanto al repunte de casos en Estados Unidos como los que se están registrando en países como China, Indonesia y Tailandia, que podrían desencadenar un recorte de la demanda asiática.
Los analistas esperan que el precio del crudo se mantenga volátil en las próximas semanas y ya sea por estos u otros motivos, entre ellos la posibilidad de un acuerdo sobre el programa nuclear de Irán que permita al país persa aumentar sus exportaciones petroleras, no habrá una tendencia definida.
Sin embargo, funcionarios iraníes y occidentales han dicho que siguen existiendo brechas significativas.
El nuevo presidente de Irán, Ebrahim Raisi, afirmó hoy que su gobierno tomaría medidas para levantar las sanciones "tiránicas" impuestas por Estados Unidos a sus sectores energético y bancario.
Las relaciones entre Irán y las potencias occidentales se vieron empañadas durante el fin de semana debido al ataque sufrido por el petrolero Mercer Street en el Golfo de Omán.
Los EEUU, el Reino Unido e Israel acusaron a Teherán de haber atacado a la nave comercial y prometieron una respuesta conjunta contra el régimen persa.