(Depetroleo-Gonzalo Díaz). La búsqueda de equilibrio entre oferta y demanda, limitación de inventarios y estabilidad de precios por parte de OPEP y sus aliados estratégicos, se ve nuevamente amenazada con la posibilidad de que Estados Unidos imponga nuevos arancelamientos a la industria del acero y aluminio.
En un mercado petrolero cada vez más inestable y ligado a las coyunturas geopolíticas, la OPEP presentó en su informe un nuevo análisis del mes de Febrero, en el cuál se da a entender que el auge productivo está relacionado directamente tanto a la superproducción del crudo estadounidense, como al encarecimiento que conllevaría la imposición de aranceles al acero y aluminio.
El cartel reconoce, tal vez de forma tardía, la fragilidad reinante en el mercado, ya que el débil equilibrio petrolero entre la oferta y demanda se está inclinando invariablemente hacia un excedente de inventarios (oferta).
Así mismo del reporte presentado se desprende que "un mayor crecimiento de la oferta de petróleo respaldado por el aumento proyectado en la producción de crudo esquisito en Estados Unidos, y que, tras un mejor entorno de precios, también se incrementará la producción en países como Canadá, Reino Unido, Brasil y China".
Según estimaciones de OPEP, sus rivales comerciales producirán un promedio de 59.53 millones de barriles diarios durante 2018, un 2.7% más que 2017, y a su vez se proyecta que hacía fines de año superarán los 60 millones de barriles por día.
El informe también detalla que "se espera un crecimiento de inventarios en función de la producción de EEUU". Es así como los analistas del cartel explican que, el auge productivo de Estados Unidos está estrechamente ligado a las subidas y caídas de precios que experimentó el barril en las últimas semanas.
A fines de 2016, OPEP y 11 productores independientes más, entre los que se destaca ni más ni menos que Rusia, acordaron reducir producción en 1.8 millones de barriles diarios, y ubicaría en los 32.5 millones de barriles al día.