(Depetroleo-Gonzalo Díaz). Es sabido que Occidente nunca ha visto con buenos ojos a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), en especial desde la primera crisis del crudo, allá por 1973. Son otros tiempos los que corren, pero la enemistad comercial entre Washington y el cartel se mantiene intacta.
Tras los recientes ataques de Trump vía Twitter, empieza a cobrar fuerza la posibilidad de que mediante una ley promulgada desde el Congreso Estadounidense, en la cual la OPEP sería catalogada de forma oficial como un cartel, lo que tendría consecuencias millonarias para los países productores que conforman el bloque OPEP.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lleva atacando a la OPEP desde hace años, ya sea mediante declaraciones públicas, redes sociales y libros. Este ataque, se da en el contexto de las futuras elecciones legislativas en Norteamérica, y para asegurarse un éxito, el mandatario necesita urgentemente una reducción en el precio del barril, lo que conllevaría a una reducción en los costos de los combustibles. Tal es la necesidad de la Casa Blanca, que el mismo Trump declaró que "OPEP está robando dinero de los ciudadanos estadounidenses".
Con estos antecedentes, además de todos aquellos que hemos estado cubriendo en nuestras notas, son más que importantes para tenerlos en cuenta, ya que los legisladores estadounidenses están 'resucitando' la llamada Ley Contra Cárteles de Producción y Exportación (NOPEC, por sus siglas en inglés), que propone someter a OPEP a la ley antimonopolio Sherman, usada hace más de un siglo para fragmentar a el Imperio de John Rockefeller.
El mencionado proyecto de ley, fue presentado en mayo y superó su primer obstáculo legislativo la semana pasada, cuando el Comité Judicial de la Cámara de Diputados lo derivó directamente a debate. Esto a su vez, le permitirá a la administración Trump demandar a la Organización de Países Exportadores de Petróleo por manipular el mercado de energía y posiblemente pedir miles de millones de dólares en reparación por daños económicos y comerciales.
Lo que es cierto, es que no le sería muy complicado a la Casa Blanca poder demostrar que los miembros de la OPEP y sus aliados, entre ellos ni más ni menos que Rusia, y que a su vez producen cerca de la mitad del crudo del mercado mundial, se coordinan con el objetivo de maximizar esfuerzos y sacar provecho de su posición dominante de control del mercado petrolero. Y en tal sentido, han sido reiteradas las ocasiones en las que el cartel redujo o incrementó la productividad del oro negro.
Es sabido, además, que la OPEP también ha buscado con sus acciones la eliminación de la competencia. Tan sólo hace un par de años, en 2015, el cartel decidió incrementar la capacidad de bombeo en virtud de derrumbar los precios, incluso por debajo del costo, con el objetivo de perjudicar a Estados Unidos y otros países.
En reiteradas ocasiones, distintas ramas políticas de Washington, intentaron sin éxito la aprobación de la mencionada Ley NOPEC. En esta oportunidad, la administración Trump está mostrando cierta coherencia discursiva a través de declaraciones y empírica a través del impulso de esta ley.
"A diferencia de los anteriores presidentes, Trump tiene mayores posibilidades de lograr apoyar esta ley", aseguró Jason Bordoff, director del Center on Global Energy Policy de la Columbia University de Nueva York.