(AFP) -Pese a la pandemia del coronavirus que devasta la economía mundial y la demanda de petróleo, la producción de crudo sigue imparable, en particular en Arabia Saudita y Estados Unidos, elevando al máximo las reservas.
"Sabíamos que el aumento de producción de parte de algunos miembros de la OPEP iba a colmar las reservas de petróleo crudo" explica a la AFP Olivier Jakob, de Petromatrix, "pero este fenómeno se aceleró la semana pasada con una demanda que se derrumba".
Resultado: las actuales reservas de crudo, en tierra y en los petroleros en mar, "superan el precedente máximo logrado a principios de 2017", constatan los analistas de Kpler en una nota publicada el lunes. "Estas reservas siguen creciendo" añaden.
Entre una oferta pletórica y una demanda anémica, el excedente de petróleo mundial "podría llegar a 10,6 millones de barriles diarios (mbd) en el segundo trimestre", según cálculos de Michael Tran, analista del banco RBC.
"Las reservas aumentan ante todo en los países consumidores, ahí donde hay refinerías", precisa Jakob. "Luego en los barcos petroleros" y más tarde, "la presión llega a los productores, que deberán frenar su producción y dejar el petróleo en tierra".
El queroseno utilizado como carburante en la aviación es el "primer producto petrolero en sufrir" según Jakob, pues este sector está prácticamente paralizado.
El transporte aéreo atraviesa actualmente "la crisis más profunda" de su historia, confirmó el martes la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA). Afecta ahora al 98% del tráfico de pasajeros en el mundo, y la sociedad Rystad Energy cifra en 20% la caída de la demanda de combustible en este sector, es decir alrededor de 1,4 mbd.
Además de las instalaciones en tierra, los barcos petroleros, con sus grandes depósitos, están movilizados para almacenar esos excedentes de crudo.
El interés de almacenar estos excedentes proviene de la situación de "contango", o aplazamiento, un inusual fenómeno del mercado que consiste en una diferencia de precio entre los contratos cercanos y los más lejanos sobre un mismo producto.
Ello permite a los operadores comprar barriles y almacenarlos, buscando una salida en el mercado a plazo para venderlos luego a un mejor precio.
"La mayoría de las refinerías anunciaron que van a reducir su tasa de utilización" para adaptarse a una demanda muy escasa, destaca Jakob.
Además, los "márgenes" de los grupos del sector petrolero "empiezan a reducirse" debido a los bajos precios, lo que obliga a aplicar importantes medidas de ahorro.
Es por ejemplo lo que ocurre con el grupo francés Total que anunció el lunes una reducción de más de 3.000 millones de dólares en sus inversiones.
Sin embargo la situación difiere según los países. En efecto, el último informe publicado el miércoles por la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA) da cuenta de un funcionamiento de las refinerías del 87,3% de sus capacidades, en alza respecto a la semana precedente.
No obstante, esta semana la compañía petrolera estadounidense Phillips 66 hizo anuncios similares a los de Total, y explicó que se veía obligada a anular o postergar varios de sus proyectos.