(Depetroleo-Gonzalo Díaz). En momentos en los que el presidente estadounidense, Donald Trump, promueve la reformulación de todos los pactos comerciales mundiales en los que su país forma parte o tiene alcance, a punto de amenazar con una 'guerra comercial' con China, y a su vez, la imposición de la reconfiguración fronteriza con México; las compañías petroleras estadounidenses se encuentran preocupadas por que el actual presidente electo azteca, haga sus propias jugadas nacionalistas.
Andrés Manuel López Obrador, quien fue puntero por amplio margen en la contienda electoral, ha dicho oportunamente que querría revertir las políticas que han dañado severamente los lazos 'vecinales' entre Estados Unidos y México en cuanto a la producción y el consumo energético. En tal sentido, también prometió que no permitirá que el petróleo "vuelva a menos extranjeras".
Estas propuestas, además de amenazar los márgenes de ganancia de las refinerías en Estados Unidos, reduciría la producción petrolera en Texas e impediría la perforación en aguas profundas en el Golfo de México por parte de los gigantes ExxonMobil y Chevron. También pondría en jaque el superávit comercial en materia energética que, actualmente tiene Estados Unidos con México, que alcanzó unos 15.000 millones de dólares el año pasado.
Otras de las promesas en materia energética, hechas por AMLO es la de poner fin a la exportación de tanto petróleo hacia Estados Unidos, para 2022, y en cambio dedicar unos 6.000 millones de dólares a la construcción de dos refinerías que procesarían el crudo para el consumo externo, lo que reduciría notablemente la compra de combustibles estadounidenses por parte de México.
"No podemos entregar de manera irresponsable nuestras reservas petroleras a las transnacionales", comentó oportunamente Rocío Nahle García, ex legisladora y candidata a ocupar la secretaría de energía, que se pronunció a favor de congelar las licitaciones o subastas públicas futuras para perforación en aguas profundas y revisar los contratos ya existentes con petroleras internacionales.
Las propuestas nacionalistas de López Obrador han hecho eco del otro lado de las fronteras, donde las medidas nacionalistas de Trump prevén frenar la migración mexicana hacia Estados Unidos y amenazas de dejar definitivamente el Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Por ello el resultado de esta elección en tierras aztecas ha causado tanta preocupación entre los ejecutivos de Estados Unidos, particularmente respecto a las importaciones mexicanas de gas desde ese país.
Algunos analistas independientes en materia energética ven en las actuales medidas en México, un modelo óptimo de desarrollo económico y les preocupan las propuestas de López Obrador. "Dar vuelta en U a las reformas actuales sería en detrimento de la economía mexicana", advirtió Fatih Barol, director ejecutivo de la Agencia Internacional de Energía.
Si llega a ser necesario, las grandes empresas internacionales podrán enfocarse menos en México y más en otros productores latinoamericanos, como Brasil o Colombia, y tal como sucedió en México, algunos candidatos han expresado su oposición a que las compañías extranjeras mantengan el control de los recursos naturales.
"Eso crea muchas incertidumbres sobre la política energética", sentenció Lisa Viscidi, experta energética del Diálogo Interamericano con sede en Washington. "A lo largo de América Latina hay varios aspirantes que quieren hacer grandes cambios al sector petrolero y revertir reformas previas. López Obrador, en particular representa muchas amenazas directas", añadió Viscidi.