(Depetroleo-Gonzalo Díaz). La OPEP y sus aliados están aumentando la producción para mantener abastecidos adecuadamente a los mercados mundiales, pero continúan las discrepancias en la cúpula ministerial del cártel, para arribar a cuánto debería producir cada país.
En tal sentido, los directivos del cártel entablaron las primeras conversaciones en julio, al tiempo que, los expertos técnicos tampoco arribaron a un acuerdo sobre como debería distribuirse el incremento de oferta entre los integrantes de la organización, pero sobre todo, las principales divergencias están entre dos rivales históricos, Arabia Saudí e Irán.
A pesar de que los miembros del cártel están incrementando su producción de forma independiente, un enfrentamiento prolongado pone en riesgo de romper la cohesión de la OPEP, ganada en base a tanto esfuerzo, luego de que trabajó con sus aliados para sacar al petróleo del mayor desplome de precios de la historia.
Hasta el momento, el aumento de bombeo del Reino Saudí y Rusia, está compensado las notables pérdidas de producción de uno de los miembros fundadores de la organización, Venezuela, para acercar finalmente la capacidad de producción de toda la organización a su objetivo. La mayor productividad de los mencionados, significa a la vez de un óptimo cumplimiento general de la OPEP+ de acuerdo a los niveles establecidos en 2016 que fue de 121% en junio comparado con el 147% de mayo, según datos oficiales de la organización.
Lo más claro, es la postura del presidente Donald Trump que, está exacerbando la división entre Arabia Saudí e Irán al presionar más y más a la República Islámica para que reemplace los envíos iraníes que tiene la intención de cerrar parcialmente mediante sanciones.
Todo está por esclarecerse en el próximo cónclave del cártel en septiembre, donde la cúpula ministerial, podrá o no suavizar las diferencias históricas entre Arabia Saudí e Irán.