(Depetroleo-Gonzalo Díaz). La Agencia Internacional de Energía (AIE) dijo el jueves que las fuerzas del mercado habían “demostrado su poder” en el lado de la oferta del mercado petrolero en las últimas semanas, pero las preocupaciones persisten sobre el potencial de una segunda ola de infecciones por Covid-19.
El crudo de referencia internacional Brent cotiza a $s 29,72 por barril este jueves por la mañana, un aumento de alrededor del 1.8%, mientras que el WTI se sitúa en U$S 25,84, más del 2% más.
El Director Ejecutivo de la AIE, Fatih Birol, describió como “abril negro”, cuando el precio de los futuros del crudo estadounidense cayó a alrededor de u$s 40 por barril negativo.
Desde entonces, las perspectivas han mejorado algo en los mercados de energía y los precios del petróleo se han recuperado de sus mínimos de abril.
“La producción de petróleo está reaccionando en gran medida a las fuerzas del mercado y la actividad económica está comenzando una recuperación gradual pero frágil”, dijo la AIE. “Sin embargo, persisten grandes incertidumbres”.
“Lo más importante es si los gobiernos pueden aliviar las medidas de bloqueo sin provocar un resurgimiento de los brotes de Covid-19”, agregó la agencia de energía con sede en París.
Otro riesgo, dijo el grupo, era si los productores de petróleo de la OPEP y sus aliados no pertenecientes a la OPEP, a veces denominados OPEP+, lograrían un alto nivel de cumplimiento con los recortes de producción acordados.
“Estas son grandes preguntas, y las respuestas que obtengamos en las próximas semanas tendrán consecuencias importantes para el mercado petrolero”, dijo la AIE.
En su informe mensual seguido de cerca, las perspectivas de la IEA para la demanda de petróleo mostraron una caída de 8,6 millones de b/d a 91,2 millones de b/d este año. Eso es 0,7 millones de b/d más de lo que el grupo anticipó en su informe anterior.
La crisis mundial de salud pública ha significado que los países de todo el mundo hayan tenido que cerrar e imponen restricciones 'draconianas' a la vida cotidiana de miles de millones de personas.
Se espera que las restricciones, que han creado un shock de demanda sin precedentes en los mercados energéticos, den como resultado la peor recesión económica desde la Gran Depresión en la década de 1930(1).