“En lo que fueron los primeros seis meses del año estamos más o menos en el mismo nivel que lo que fue 2015. Algunos esperaban que los márgenes fueran mucho mayores por el ajuste económico y la compleja situación que afronta el nuevo gobierno, pero sin embargo, a pesar de que el año comenzó muy conflictivo, en los últimos dos meses hemos tenido bajas considerables en los piquetes y manifestaciones: de abril a mayo un 7 por ciento, y de mayo a junio más de un 20 por ciento”, explicó el politólogo Patricio Giusto, director de la consultora Diagnostico Político
Patagonia: históricamente un lugar conflictivo
Puntualmente hablando sobre este sector del país, Giusto detalló que “históricamente ha sido una región con alta conflictividad social”. Según argumentó, al analizar a provincias como Tierra del Fuego o Santa Cruz, la conclusión lleva a pensar directamente en problemas con trabajadores estatales que no se han resuelto en forma definitiva al día de hoy. “Por ejemplo, Santa Cruz recién reanudó las clases la semana pasada, y Tierra del Fuego solo lo hizo parcialmente”, añadió.
Sobre Neuquén y Río Negro, el especialista en la materia planteó que además de trabajadores estatales, las diferencias con los gobiernos tienen que ver con el sector petrolero y distintas organizaciones sociales que se han manifestado en forma prolongada. “En el caso de Chubut, lo que es Comodoro Rivadavia y la zona norte de la cuenca del Golfo San Jorge, los conflictos petroleros y los problemas con el sindicato de la UOCRA han sido una constante. En Madryn también algo que afecta es la crisis del sector pesquero, sin embargo en las últimas semanas se ha estabilizado bastante”, sostuvo.
“Chubut ha sido la provincia que menos piquetes tuvo, exactamente 102, bastante por debajo de Río Negro y Neuquén, que en ese orden tienen 204 y 189 respectivamente. Después, Tierra del Fuego tuvo 148 y Santa Cruz 204”.(Crónica)