La decisión del Gobierno está tomada. Las empresas iban a la reunión con pedido de definiciones sobre el precio del crudo y el reclamo por la autorización sin medida de la importación de combustible en detrimento del crudo nacional. El resultado no fue el esperado y se confirmó la caída gradual del barril criollo liberando el mercado hacia fines de septiembre de 2017.
Ayer por la mañana el ministro Juan José Aranguren recibió a una treintena de referentes de distintas empresas y operadoras hidrocarburíferas de todo el país. La preocupación de las empresas es común, el reclamo por la incertidumbre alrededor del precio del barril en el mercado interno y el comportamiento “sin control” de las refinadoras que pagan lo que quieren e importan crudo sin medida, afectando la colocación del crudo nacional.
Los ejecutivos no llegaron con la mejor predisposición, molestos con el funcionario porque aseguran que descuidó el sector de producción y exploración de crudo en el país.
Ponen como ejemplo que el impacto negativo de la autorización desmedida de importación de crudo, naftas y gasoil ha provocado que las refinadoras fijen el precio del barril nacional sin respetar los precios acordados, aprovechando que las playas de almacenamiento están al borde del colapso por la caída de la venta en el mercado interno del petróleo producido.
De hecho las petroleras –en especial las pequeñas y medianas- reclaman las razones de por qué el Ministerio hace la vista gorda cuando las empresas refinadoras ofrecen pagar ya en diciembre el petróleo local a valor internacional y ponen en ese escenario la decisión de YPF de bajar 33 equipos de perforación que ha provocado el despido de 1700 trabajadores por parte de las contratistas de la petrolera nacional y auguran que la conflictividad gremial se intensificará en provincias como Chubut y Santa Cruz con la caída del precio interno.
Aranguren adelantó que el 13 de diciembre, Día del Petróleo, se estará presentando un nuevo programa de estímulo a la inversión en gas, el principal combustible de la matriz energética argentina.
También propuso que los precios internacionales del petróleo se apliquen en el país con plena vigencia a partir de septiembre de 2017.