La tarea de la OPEP de equilibrar los precios del crudo en la próxima reunión del cártel que se celebrará a finales de mes, se ha vuelto mucho más difícil tras la victoria de Donald Trump en la carrera a la Casa Blanca este miércoles 9 de noviembre, señala un reciente análisis de la agencia Reuters. El grupo de 14 países productores de petróleo tendrá que lidiar con un panorama más sombrío sobre la economía mundial y una demanda más débil.
Entre los retos del nuevo Gobierno de Estados Unidos, destaca una proyección de mayor bombeo de crudo en Estados Unidos -un importante revés para la Organización de Países Exportadores de Petróleo-, dado el compromiso de Trump de abrir todos los suelos y aguas federales a la exploración de combustibles fósiles.
La dinámica interna de la OPEP podría cambiar ante la promesa del presidente estadounidense electo de ajustar las políticas con Irán, justo cuando las compañías petroleras apenas comienzan a regresar lentamente a la república islámica tras el levantamiento de sanciones después del histórico acuerdo nuclear.
"El resultado de la elección estadounidense se suma a los desafíos de los exportadores de crudo, ya que posiblemente llevará a un crecimiento económico más débil en una economía mundial ya frágil. Y eso significa presión adicional sobre la demanda de petróleo", señaló Daniel Yergin, vicepresidente de IHS Markit en declaraciones a Reuters.
Los precios del crudo cayeron casi 4% en la mañana del miércoles, a su menor nivel desde agosto, y recuperaron algo de terreno después de rondar los 46 dólares por barril a las 10:55 GMT+1.
La OPEP se reunirá el 30 de noviembre en un esfuerzo por concretar un acuerdo que busca recortar la producción y bajar el exceso de oferta mundial que ha llevado a los precios del crudo a desplomarse a la mitad desde el 2014.(e16)