El Gobierno provincial, a través del Ministerio de Ambiente que conduce Ignacio Agulleiro, penó a YPF con más de u$s 3 millones por comenzar una obra en Comodoro Rivadavia sin la presentación de un informe ambiental.
La cartera comenzó con un control celoso de las normas ambientales y estas sanciones accionan como «una advertencia» a todas las empresas que operan en la provincia.
En diálogo con EL CHUBUT, Agulleiro reconoció que el problema de YPF en el yacimiento Restinga fue que inició una obra «sin la autorización ambiental».
Expandiendo los fundamentos de la multa, el ministro evidenció que en la gestión del ex gobernador Martín Buzzi «había un desapego» fenomenal en «materia ambiental», y debido a esto las compañías «se adecuaban a las normas de juego» que imponía el gobierno anterior.
Agulleiro aclaró que en este caso no hubo que lamentar «una afectación ambiental», aunque sí un incumplimiento normativo y administrativo. La firma petrolera de bandera tendrá un «pool» de instancias para apelar esta multa.
En caso de que la empresa tenga que pagar el resarcimiento, los fondos serán depositados en una cuenta del Ministerio de Ambiente para que sean volcados particularmente en la preservación ambiental.
ALTO PORCENTAJE DE COBRABILIDAD
«Estamos convencidos de que la multa se va a cobrar», indicó entusiasmado Agulleiro. En torno a los motivos por los cuales YPF comenzó una obra sin el permiso ambiental, el ministro especuló que «era parte de la política de los últimos cuatro años», dominada «por la falta de control».
«Entendemos que hubo un problema y hubo un error, entonces esto se soluciona pagando la multa y empezando a hacer las cosas bien», subrayó.
CAMBIAR EL PARADIGMA DE CONTROL
Con este tipo de multas el Gobierno envía «fuertes advertencias» de cómo serán los procedimientos de control en materia ambiental. Aseguran que la rigurosidad será diamentralmente opuesta a la de la estión anterior y buscarán generar un «proceso simbiótico» con las empresas para que las reglas de juego estén claras y ambas partes puedan aportar para la preservación del ambiente.
«Estamos trabajando muy fuerte en tener una presencia territorial y además en que el Ministerio cumpla la misión y la responsabilidad que tiene, que es controlar la industria para evitar las desviaciones», deslizó Agulleiro. Transparentó que estos procesos de control «se habían perdido en la gestión anterior» y acentuó que el cambio «es lento» porque «las industrias se acostumbraron durante 4 años a trabajar sin ningún tipo de control».
Los expedientes relacionados a la supervisión de los emprendimientos «eran cajoneados», se despachó el ministro.
El objetivo es «marcar la cancha de cómo va a ser la situación», con el caso de YPF como un claro ejemplo.(El Chubut)