La liberación del precio del crudo está cada vez más cerca y, prueba de ello, es un acuerdo firmado por Aranguren y las petroleras, que además de haber congelado por tres meses los precios de los combustibles, pretende la quita del subsidio al barril interno, que lo que hacía era dar estabilidad, productividad y paz social. “Las únicas que ganan con esto son las refinerías”, indicaron fuentes del Gobierno provincial a TiempoSur.
Medios nacionales dieron con la noticia del congelamiento de los precios del combustible por tres meses, que firmó Aranguren con las tres principales petroleras, sin embargo, atrás de ello, se esconde una medida que afectaría profundamente la actividad petrolera en todas las provincias hidrocarburíferas.
Según indicaron, el Gobierno nacional busca ir hacia una política que haga converger los valores locales del petróleo crudo con los internacionales. Actualmente, los precios internos son más altos en comparación con el resto del mundo y están subsidiados. Se trata de una política que se viene aplicando hace años, como forma de generar incentivos a la producción y rentabilidad del sector.
Cabe destacar que el convenio incluye una baja gradual del petróleo, que será del 2% este mes, de 4% en septiembre y 6% en octubre. Actualmente, el barril de crudo está fijado en $54,9 para el tipo Escalante, que se extrae del Golfo San Jorge, y en $67 para el Medanito, producido en Neuquén. En Estados Unidos, el “Light Sweet Crude” (WTI), referencia del crudo en Estados Unidos, para entrega, en setiembre se ubicaba en los 43,51 dólares en el New York Mercantile Exchange (Nymex), mientras que el mismo producto estaba en 66 dólares en la Argentina.
Fuentes del Gobierno provincial aseguraron a este medio liberando el precio y con un barril que estuviese aunque sea a 45 dolares, “la mitad de los yacimientos, a los que más cuesta sacar el petróleo, estarían al límite de no ser rentables, desacoplar el valor internacional al valor local y ponerle candado a la actividad”. El mismo indicó que las únicas beneficiadas con esta política serán las refinerías.
Guillermo Pereyra, líder de los trabajadores petroleros de la cuenca neuquina, aseguró que a pesar de la crisis no se registran despidos. Y rechazó la posibilidad de liberar el precio del petróleo a valores internacionales durante 2017; dijo que “sería el certificado de defunción de esta actividad”.
Cabe destacar que durante la última década, el Estado nacional mantuvo el precio de referencia del barril de crudo entre 60 y 70 dólares, por afuera de las contingencias del mercado internacional en donde el precio había llegado a los 120 dólares.
En estos últimos tiempos, la baja pronunciada del petróleo a nivel internacional hizo que el precio subsidiado en la Argentina sea uno de los más altos de todo el mundo.
Quienes defienden la continuidad del auxilio, aducen que, de lo contrario, las compañías abandonarían el país y dejarían a pueblos enteros sin empleo, ya que cientos de ciudades del sur argentino dependen de la producción petrolera.
El secretario general del sindicato de Petróleo y Gas Privado de Santa Cruz, Claudio Vidal, informó que “desde nuestra labor de trabajadores estamos poniendo todo el empeño y esfuerzo en pos de la producción, pero lamentablemente nos encontramos con la conducta dura de los empresarios en base a la crisis que estamos viviendo”.
Sin embargo, el gremialista Vidal dijo que “ni siquiera el dinero del subsidio hoy llega a los trabajadores, ya que alguien se lo queda en el camino, porque no hay inversión y hay cada vez más desempleo”.
Esta situación mantiene en alerta a los sindicatos del sector, que no descartaron medidas de fuerza que provoquen en el corto plazo un desabastecimiento de combustibles en los centros urbanos.