(Depetroleo-Gonzalo Díaz). El candidato del Partido de los Trabajadores (PT), considerado por muchos como el sucesor del ex presidente y actualmente encarcelado por una condena de corrupción, Luiz Inácio Lula da Silva, Fernando Haddad, ex alcalde y ex ministro de Educación se ha esforzado para mostrarse como independiente.
Haddad, que ha encontrado respaldo entre los militantes más fieles al PT, pero ante los casos de corrupción, que han socavado las filas de su partido, tuvo problemas para convencer a la amplia masa de votantes independientes que no profesan su formación ideológica.
Y para ello, ha hecho del padecimiento de los brasileros el núcleo discursivo de su campaña, culpando en gran medida al actual presidente Temer aunque todos los indicadores económicos comecomenzaron a mostrar datos negativos cuando el PT estaba en el poder.
Las propuestas económicas de Haddad, se centran en la retirada del techo del gasto gubernamental y la ley que flexibilizó las leyes laborales y reducción de beneficios. Además, propone congelar el plan de privatización y se comprometió a crear empleo, incrementar la inversión pública, abaratar el acceso al crédito y reformar el sistema fiscal.
Otro de los puntos a destacar, son las propuestas del candidato Haddad, referidas a programas sociales que reduzcan las desigualdades que llevaron a amplios sectores sociales a los márgenes más bajos, así como implementar la reforma educativa, ampliar el actual sistema de salud e incrementar de forma sustancial las partidas de programas sociales. Su foco, tiene especial atención en los pobres, y para ello propone un plan nacional de seguridad alimentaria.
Otro de los puntos, en los cuales el candidato del Partido de los Trabajadores, Haddad, hace hincapié es en las acusaciones al actual presidente Temer, a quien acusa de pisotear los derechos de trabajadores, mujeres, negros, indígenas y demás "grupos minoritarios", y a su vez, y por añadidura dijo que el candidato del Partido Social Liberal, Jair Bolsonaro, en caso de ser electo presidente, empeorará esa situación. Alertando al electorado de que en la actualidad su país es "un Brasil gobernado por el odio y la intolerancia" y se presentó como el único candidato dispuesto a salvaguardar la democracia en su país.