(depetroleo) “El corte de rutas no es el modo de reclamar”. La frase pertenece al gobernador Mariano Arcioni en alusión a la situación que vive Comodoro Rivadavia, pero que también fue replicada hasta el martes pasado en Santa Cruz, puntualmente entre Comodoro y Caleta Olivia, y que hoy podría a tener nuevamente presencia en las rutas en caso de que no se ofrezca una solución consistente en el pago de los salarios adeudados. Las consecuencias de este reclamo generan efectos negativos mayores en la región.
El reclamo, valedero y por el que no se discute, causa de todas maneras serios inconvenientes en la comunidad, y no solo en la circulación de vehículos, sino en el perjuicio económico que esto genera y la falta de cumplimientos laborales que trae acarreadas consecuencias.
Camiones varados
El piquete ha tenido la modalidad de no permitir el paso de vehículos relacionados con el ámbito petrolero, con todo lo que significa para los yacimientos, pero además se pudo observar que los camiones de combustibles también se han visto impedidos de circular, y este es el inicio de lo que puede ser un problema mayor.
El combustible es esencial en la Patagonia por las distancias a recorrer y para poder comunicar a las comunidades o bien abastecerlas de sus diversas necesidades, ya sea desde el propio combustible como de alimentos, medicamentos, productos en general y hasta servicios básicos.
Si el combustible falta, como ya ha pasado en otras oportunidades con la toma de la playa de tanques, se comienza a generar un caos en toda la región, no solo en Comodoro, sino llegando incluso a Río Gallegos.
Vacaciones condicionadas
Enero es sin lugar a dudas, junto con febrero, el mes de las vacaciones. Muchos planifican las salidas en esta época del año, y encontrarse con situaciones de estas características algunas veces puede tener consecuencias negativas. El corte que se produjo entre Comodoro y Caleta tuvo por momentos la modalidad de no permitir el paso de nadie. Si el traslado de vecinos de Santa Cruz –por la única vía principal de conexión entre ambas provincias- era hacia Comodoro para tomar un vuelo puede haber ocasionado inconvenientes.
El turismo en general tiene un perjuicio, porque las localidades se ven afectadas de recibir visitantes que no saben si circular ante la presencia de piquetes. Un turismo que en esta época se ve potenciado por las propias vacaciones como se mencionó, también tiene el condimento de la gran cantidad de fiestas populares que se llevan adelante en estos meses, en enero solamente hay previstas 11 en Chubut. Incluso por estos días se está promocionado la Fiesta de la Esquila en Río Mayo, en un contexto de piquetes en la rotonda de 3 y 26 y con medidas similares en el ingreso a Sarmiento y en la salida de la misma ciudad.
Cada fiesta popular moviliza mínimo entre 5 y 10 mil visitantes.
El tránsito
Transitar hacia el barrio Ciudadela y Diadema en la zona norte de la ciudad puede hacerse previa inspección de los manifestantes que evitan que pasen vehículos de la industria petrolera.
Transitar hacia Rada Tilly o zona norte de Santa Cruz es una verdadera prueba contra los nervios que no todos superan, porque a veces el malestar genera situaciones que se ven reflejadas en la forma de manejar, al borde de los choques.
Circular desde la zona del autódromo hasta poder pasar por 3 y 26 puede demorarse entre una y dos horas y media dependiendo del horario del día.
Juan José Rivera –secretario de Gobierno de la villa balnearia- comentó a este medio que diariamente circulan alrededor de 2.500 vehículos entre ambas ciudades. En días de playa la suma se incrementa en la semana a unos 5.000 autos diarios y los fines de semana con temperaturas que invitan a disfrutar del mar la cifra ronda los 7.000 autos. Estos números hay que volcarlos en el tramo de ida entre Comodoro y Rada Tilly.
El fiscal Norberto Bellver señaló en declaraciones periodísticas que han recibido denuncias de empresas por los cortes porque impiden llegar a los lugares de trabajo y que debido a esto se libró la orden de despejar la ruta, pero la realidad es que en ese sentido hay una inacción tanto de la Justicia como de las propias fuerzas de seguridad.
Los servicios y el temor por roturas en el acueducto
Se mencionó que el combustible es esencial para la conexión entre ciudades y el abastecimiento. También lo es para los servicios que se brindan. Entre estos servicios se encuentra el de mantenimiento del acueducto para lo cual es imprescindible poder circular sin impedimentos.
La entidad emitió un comunicado hace unos días en donde se menciona, entre otras cosas que la medida de UOCRA “impide por completo el ingreso del personal de la SCPL a las Estaciones de Bombeo de Cerro Negro, Valle Hermoso y Cerro Dragón, y de los móviles que realizan el mantenimiento de las instalaciones de bombeo”.
Agrega que esta medida afecta el desarrollo de las tareas habituales y el recambio de turnos y paraliza las tareas de mantenimiento de las motobombas e instalaciones.
“La situación se vería agravada –dice el comunicado- ante un evento imprevisto que origine la detención del bombeo o disminución del mismo (rotura de conducto, salida del sistema de una estación de bombeo), para lo cual la respuesta del personal debe ser inmediata (y)
pone en peligro el servicio esencial de provisión de agua potable a las localidades de Comodoro Rivadavia, Rada Tilly y Caleta Olivia, cuya población estimada es de 450.000 habitantes”.
El perjuicio económico
Las implicancias económicas de medidas consistentes en piquetes son de magnitud y no se miden en el momento, sino con el paso del tiempo. Una muestra muy clara de esto es Santa Cruz. Un estudio realizado en su momento da cuenta que en años de mayor virulencia de reclamos con cortes de rutas o piquetes para evitar el ingreso a yacimientos, a empresas puntuales o a dependencias del mismo Estado, tuvo como resultado que la cantidad de días sin trabajar fue mayor a la cantidad de días del año. Es decir sumando cada medida de distintos sectores –a veces confluían tres a cuatro reclamo por día- el número de paralización fue mayor al de actividad. Como consecuencia, la falta de producción en el área petrolera –la que sostiene la economía de la región- se vió afectada más allá de sector que reclamara, y esto afectó de manera directa los ingresos por regalías. Por día la industria pierde un millón de dólares que son los que se vuelcan a salarios, es decir a las fuentes laborales.
Hoy Santa Cruz es una de las provincias con serios inconvenientes financieros como consecuencia de una actitud irresponsable por parte de algunos dirigentes gremiales cuya única forma de protesta estuvo dada en la paralización de actividades y no en las mesas de diálogo.
Un ejemplo de las consecuencias que esto genera es la salida de Sinopec de esa provincia, donde los constantes piquetes afectó seriamente a la operadora, hasta incluso uno de sus principales directivos no pudo circular por la ruta debido a las protestas y quedó varias horas detenido con el resto de los conductores.
La situación planteada no hay que situarla en el reclamo puntual de UOCRA, la coyuntura hace que este gremio sea el epicentro en este momento. Hay que diseñar políticas que permitan otras alternativas de solución que no fomenten los cortes e impidan el desarrollo normal de una comunidad.