(depetroleo) El dolar en suba y el precio del crudo que continúa también en esa línea, no ayudan en este caso a las petroleras para contener el precio del combustible en surtidores. Un panorama que juega en contra de las intenciones del gobierno nacional de evitar más aumentos, especialmente por la forma en que esto impactará en la inflación.
En ese marco se busca que por los menos por dos o tres meses se mantenga el actual esquema tarifario, y la carta del gobierno está en YPF, que controla la mayoría de las estaciones de servicios del país. Dependiendo de la decisión de la empresa de mayoría accionaria estatal, el resto de las compañías seguirá el mismo camino.
Los porcentajes de aumento no son menores. Se menciona que por lo menos se está un 30 por ciento abajo de lo que debería costar el combustible, y en lo inmediato urge un aumento que debería rondar prácticamente el 50 por ciento de ese valor.
Si eso sucediera sería un fuerte golpe al consumidor y tendría para el gobierno un abierto rechazo, con un impacto negativo. Sep lesna en todo caso de un incremento que de mínima rondaría en un 7 por ciento.
En este marco habrá una continuidad de reuniones con el ministro de Aranguren y su equipo, con el fin de conseguir medidas y lograr acuerdos.