(Depetroleo-Gonzalo Díaz). Los valores del petróleo subieron la semana pasada a su nivel más alto desde noviembre de 2014, alcanzando los u$s 86 para el caso del Brent y subió por encima de los u$s 75 por barril.
La palabra 'incertidumbre' pasó a ser la palabra más pronunciada entre los inversores en los últimos meses. Por el lado de la oferta, hay incertidumbre acerca de cuánto petróleo iraní logrará sofocar Estados Unido. Luego, y además, hay más incertidumbre sobre la capacidad de producción de los miembros de OPEP y Rusia para amortiguar las pérdidas de la República Islámica. Y por el lado de la demanda, existen incertidumbres sobre si los precios del petróleo en los últimos cuatro años, y en consecuencia, los máximos precios de los combustibles de los últimos cuatro años, están frenando la demanda de crudo, especialmente en los mercados emergentes, que son los impulsores claves de la demanda de hidrocarburos, y que han sufrido la mayor depreciación de sus monedas frente al dólar en los últimos meses, y que hace a su vez, al petróleo más caro de comprar.
Otro factor, y no menor, que afecta la evolución de los previos, es la posición especulativa que los fondos de cobertura y otros administradores de dinero han estado tomando en estas últimas semanas, impulsando apuestas alcistas con base en los temores de que las sanciones de la administración Trump a Irán, podrían eliminar hasta 2 millones de barriles diarios de crudo, en un plazo menor a un mes.
Mientras que los precios del petróleo subieron a máximos de cuatro años la semana pasada, Arabia Saudí y Rusia comenzaron a asegurar que el mercado que en efecto ha aumentado su respectiva producción de crudo en las últimas semanas, en línea con el acuerdo OPEP+ de junio.
El alza de precios de petróleo más reciente, comenzó a fines de septiembre, tras el drástico rechazo del cárcel de las presiones del mandatario norteamericano, Donald Trump, de que el "el monopolio de la OPEP debe bajar los precios ahora".
Justo cuando el Brent alcanzó los u$a 86, Arabia Saudí se apresuró a indicar al mercado que actualmente está bombeando unos 10.7 millones de barriles diarios (apenas por debajo de su récord histórico de 10.72 millones de bpd desde noviembre de 2016), e incluso podría ajustar esos 10.7 millones "ligeramente más alto" el próximo mes.
Por su parte Rusia, ya ha revertido todos los recortes de 300.000 barriles diarios que había prometido en el acuerdo con la OPEP, y agregó otra producción adicional de 100.000 bdp en septiembre, comentó la pasada semana el Ministro de Energía ruso, Alexander Novak, pero señaló que en un mercado muy nervioso y emocional con muchas incertidumbres, no se puede descartar la posibilidad de que los precios alcancen los u$s 100.
JP Morgan esperaba que el crecimiento de la demanda se moderara este año, pero hasta el momento la demanda ha sido "relativamente sólida", comentó el jefe de investigación regional de petróleo y gas de esa compañía, Scott Darling. Sin embargo, para el próximo año, la conocida entidad financiera, pronostica un crecimiento de la demanda de 1.1 millones de barriles diarios, inferior a los 1.5 millones de barriles diarios que anuncian otros consultores de Wall Street.
Las incertidumbres persistentes, tanto del lado de la oferta como de la demanda, hacen que los mercados y sus participantes estén inquietos. Los valores del petróleo podrían ser más vulnerables de lo normal a las sugerencias, noticias y comentarios hasta que las sanciones de Estados Unidos sobre Irán sean efectivas, dentro de un mes.