La provincia de La Pampa será una de las más beneficiadas a nivel nacional con la instauración del «barril criollo» a 45 dólares, es decir, la aplicación de un precio sostén para la industria petrolera. Según una consultora privada, Mendoza con el 34 por ciento, La Pampa con el 32 y Río Negro con el 31, son las provincias que más verán incrementados sus ingresos por regalías. Con esta medida, Argentina ha protagonizado «la intervención de mercado más decisiva por parte de cualquier gobierno latinoamericano en respuesta a la pandemia».
Según un informe privado que ayer divulgó La Nación, la decisión de establecer un barril criollo en 45 dólares por barril, superior en 10 dólares a los 35 dólares del precio internacional, significa que las provincias petroleras recibirán 22 por ciento más de ingresos.
Tras el derrumbe internacional del precio del petróleo, las provincias productoras de hidrocarburos pidieron al Gobierno nacional que intervenga en el mercado local para proteger a la industria y para que sus ingresos por regalías no caigan en este contexto de crisis por la pandemia.
Las estimaciones realizadas pro la consultora Welligence, las provincias en su conjunto pasarán de recaudar 1.180 millones de dólares en regalías, con un precio del barril en aproximadamente en US$ 35, a un monto de 1.440 millones de dólares, con la implementación del barril criollo a 45 dólares.
Entre las provincias más beneficiadas se encuentra Neuquén, donde está el corazón de la formación Vaca Muerta, ya que es la que más ingresos recauda y tendrá un incremento del 27% con la implementación del precio sostén, según la consultora especializada en petróleo y gas.
Pero también tendrán un incremento más de sus ingresos Mendoza (34%), La Pampa (32%), Río Negro (31%), Chubut (17%), Santa Cruz (15%), Salta (6%) y Tierra del Fuego (5%). «La producción en Tierra del Fuego es mayormente gas, por eso no tiene tanto impacto como ocurre en Neuquén y Chubut, que tienen una producción de petróleo mucho más importante», explicó Enrique González, analista de la consultora para América Latina.
El informe señala que la «introducción de precios artificialmente altos del crudo en la Argentina es la intervención de mercado más decisiva por parte de cualquier gobierno latinoamericano en respuesta a la pandemia».
«El propósito es apoyar a las empresas que se encuentran en la fase inicial, protegiendo así los empleos y mitigando el impacto de la recesión en los ingresos provinciales. Si bien la iniciativa suena bien en el papel y es ciertamente positiva para las provincias, el efecto variará según la compañía y el grado en que la Argentina pueda recuperarse de la pandemia. Para las compañías integradas más grandes, como Pan American Energy e YPF, esto es simplemente una cuestión de precios de transferencia».
«Para los jugadores puramente productoras, como Pluspetrol y Vista Oil & Gas, el precio más alto ayuda, pero no cambia el desafío que enfrentan al vender su crudo a nivel nacional», indicó la consultora.
En este sentido, la mayor preocupación para el sector hoy es la baja demanda de nafta, gasoil y jetoil (combustible para aviones), debido a las restricciones de movilidad. «El impacto inmediato de la destrucción de la demanda causada por Covid-19 obligó al sistema de refinación a operar al 30 por ciento y 40 por ciento de su capacidad», señalaron.
«No anticipamos que el barril criollo traerá un repunte en la perforaciones de este año. El exceso de oferta es claramente evidente en los últimos datos de conteo de Baker Hughes (la empresa de servicios petroleros). El número de plataformas activas en abril fue cero, por debajo de casi las 50 que había a principios de año, y el nivel más bajo desde que comenzó el seguimiento de los datos en 1970», concluyeron en Welligence.