(Depetroleo-Gonzalo Díaz). China se está apegando a una estrategia de reducción de impuestos a gran escala implementada el año pasado para que la economía siga funcionando, lo que se suma a los 1.3 billones de yuanes (192 mil millones de dólares) de alivio ya implementados con más recortes a los impuestos sobre la renta y las primas de seguridad social.
El primer ministro chino Li Keqiang dijo que el crecimiento debe mantenerse dentro de un rango razonable, sin una caída brusca. El programa de reducción de impuestos para 2019, que se anunciará en marzo, se proyecta a los 1.5 billones de yuanes. El Banco Popular de China también redujo el requisito de reserva para los bancos comerciales este mes, luego de tres reducciones el año pasado.
Los recortes de impuestos, junto con la flexibilización monetaria del banco central, señalan la resolución de hacer todo lo posible para evitar una desaceleración económica en medio de la guerra comercial con los Estados Unidos.
Los datos comerciales publicados el lunes mostraron que las exportaciones e importaciones chinas en términos de dólares disminuyeron en el año en diciembre. La dependencia de la desgravación fiscal también refleja un alejamiento del método de estímulo de los proyectos de obras públicas de la nación.

Los recortes de impuestos de China y otras medidas de alivio para 2018 se planearon originalmente en alrededor de 1.1 billones de yuanes, pero el inicio de una desaceleración económica provocó recortes más profundos. En la Conferencia de Trabajo Económico Central del mes pasado, los líderes pidieron una "mayor escala de recortes de impuestos y tarifas" en 2019. Se espera que Li revele la escala de las reducciones en un informe de trabajo del gobierno en el Congreso Nacional del Pueblo.
Las reducciones al impuesto sobre la renta individual ya se han ampliado este mes. Se agregaron otras seis deducciones a los ingresos gravables, como los costos incurridos en la educación de los niños, el tratamiento de enfermedades graves, los intereses de los préstamos hipotecarios y el alquiler, a las cuatro existentes, que cubrían elementos como los fondos de reserva para hogares y el seguro de desempleo. Las nuevas deducciones reducirán los impuestos en 116 mil millones de yuanes anuales, calcula la consultora japonesa Nomura Securities.
Tras la crisis financiera mundial de 2008, China desató 4 billones de yuanes en medidas de estímulo centradas en la construcción de infraestructura, pero ahora desconfía de los gastos de estímulo en forma de gigantescos proyectos. Pero esto había resultado en serios efectos secundarios, cargando a las empresas estatales y los gobiernos regionales con deudas.