De acuerdo al anuncio oficial de la Comisión Reguladora de Valores de China, el primer contrato petrolero en yuanes será el 26 de Marzo.
La importancia de éste primer contrato alternativo de futuros de divisas es sobresaliente, ya que será la primera vez desde que se estableció el acuerdo en petrodólares, hace más de 40 años. Y como tal, potencialmente sería un gran golpe a la hegemonía del dólar, por lo tanto un desafío a nivel geopolítico y financiero que ha representado EEUU históricamente, como poseedor de esa divisa de reserva global.
Durante la última década, y en particular en los últimos cinco años, el dólar ha estado perdiendo participación en el mercado global como moneda de pagos, al ver su caída del 70% desde principios de siglo, a su nivel actual de 44% en promedio. Y aunque la utilización del RMB* chino se ha frenado en las transacciones globales durante 2017, en virtud de querer por parte de las autoridades monetarias de China, poner a esa moneda a la altura del dólar, ésta retracción de la divisa china ha dado tiempo al gigante asiático a construir una nueva ingeniería financiera que jugaría un papel trascendente a futuro. Esa trascendencia como moneda de reserva, surje como comienzo de la transición al nuevo paradigma financiero mundial.
La implementación de éste cambio radical, no será de un día a otro, ya que los nuevos contratos en 'Petroyuanes' no están instrumentados a modo de suplencia del 'Petrodolar', sino que sea ha creado como una herramienta alternativa económica y financiera para las naciones que prefieran operar por fuera del sistema del dólar. Por lo tanto, éste proceso acelerará la implementación global del RMB, y forzará indefectiblemente a Washington a reconocer a China como un jugador más equitativo dentro del concierto del sistema monetario mundial.
Éste anuncio, a su vez, se da en una semana donde las acciones en Wall Street perdieron casi un 8% en tres días, pero gracias a largos años de volatilidad a la baja, en parte al dinero barato y a las políticas de compra de bonos que siguieron los principales bancos centrales del mundo, los grandes inversores siempre han colocado miles de millones de dólares en operaciones que muy frecuentemente depende de la calma financiera a largo plazo.
En forma paralela, el yuan se depreció un 1.2% frente al dólar, la mayor caída desde las tormentas financieras de 2015, que precisamente obligó al Banco Popular de China, a devaluar su divisa.
Así mismo desde el bloque BRICS, se está formalizando un ataque al dólar. Sudáfrica tomará la iniciativa de desbancar al dólar estadounidense como moneda mundial de preferencia para el comercio y la inversión en las economías emergentes, convertido al yuan en la moneda de cambio para los mercados emergentes.
Tanto China, Irán y Arabia Saudí han estado creando acuerdos comerciales, el año pasado, sin el uso del dólar y con bases en intercambios de bienes y servicios; China completando recientemente un acuerdo de refinería con Arabia Saudí, e Irán permitiendo que su petróleo sea vendido a cambio de oro, alejándose aún más del dólar.
La estrategia económica del gigante asiático, con todas éstas variables a su favor, aparecerá fortalecida en primer caso porque el Banco Popular de China cuenta con reservas de más de 3 billones de dólares (bonos de deuda) y luego porque la volatilidad mercantil llevará a los inversiones a refugiarse en monedas alternativas como el euro, yuan... o el petroyuan.
*RMB: Renminbi, moneda de curso legal de la República Popular China, emitida por el Banco Popular de ese país. El yuan es la unidad básica del renminbi, y es moneda de reserva reconocida por el FMI.
Fuente: The Daily Economist.