Los últimos datos oficializados de producción hidrocarburífera en el país ratificaron dos escenarios: se mantuvo estable la extracción de gas y cayeron los volúmenes de crudo. Si bien los números no permiten hablar de un desplome, el impacto sobre las regalías comenzó a acumular peso.
Según datos relevados por el Instituto Argentino del Petróleo y el Gas (IAPG) en el tercer mes de 2017 las cuencas argentinas produjeron 484,5 mil barriles diarios. La cifra representó una caída del 8% (36,9 mil barriles/día menos).
A las variables vinculadas al estancamiento del precio internacional del commodity, se sumó además una retracción en la economía general que empujó hacia abajo la demanda del combustible procesado en las refinerías, principalmente el gasoil.
Para las provincias el panorama parece más complicado. Ya desde 2016 la producción se desplomó a un ritmo de casi el cuatro por ciento. Esta fuerte caída rompe un ciclo de cuatro años en los que se había frenado el descenso de la extracción de crudo, a partir de la renacionalización de YPF y un cambio en la política sectorial que le dio carácter de “bien estratégico y de interés social” a los hidrocarburos. Pero a partir del cambio de gobierno de diciembre de 2015, todo cambió: la nueva política petrolera puso el eje en la equiparación de los precios locales con los internacionales y en la flexibilización de los convenios laborales para reducir los costos de producción. La consecuencia inmediata fue la pérdida de producción en las tres principales provincias productoras (Neuquén, Chubut y Santa Cruz, tres por ciento en la primera, 5 por ciento en las otras dos)
En Río Negro la extracción de crudo cayó por encima de la media nacional: 10%. En tanto en Neuquén la merma fue de 4,8%. El territorio neuquino depende más del gas que del crudo, pero en la cuenta final de las regalías esa caída dejó un fuerte mensaje. Estas dos provincias vieron pasar, en la comparación anual, unos 250 mil barriles menos en el mes. Este volumen representó una resta en las regalías de 25,6 millones de pesos, algo que si se anualiza puede terminar en un dolor de cabeza para los ingresos locales. En Chubut a las pérdidas que expone la coyuntura se sumó el paro de actividad y las complicaciones productivas y operativas que generó el temporal. Un escenario que condicionó también los topes en las negociaciones salariales, corroborando los propios operarios la situación que se vendría dando en el sector que opera en Patagonia. (IAPG)
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Cayó la producción de petróleo y se mantiene la de gas
Artículos publicado el día: jueves 06, 2017