El Ministerio de Energía de Neuquén publicó los números estadísticos del sector que incluyen los datos hasta febrero y donde se señala que se sumaron 55 nuevos pozos en lo que va del año. Si el número se anualiza llega apenas a las 330 perforaciones, una cifra muy por debajo de las 417 de 2013, 550 de 2014 y las 495 del año pasado.
El dato se apoya en la salida de equipos de los yacimientos, que pasaron de 144 a 112 en la comparación anual. Las torres perforadoras en actividad se desplomaron de 56 a 38.
Pese a que las políticas de intervención estatal en la industria se multiplicaron –precio diferencial de petróleo y duplicación de los valores de gas en boca de pozo– la actividad no se recupera. YPF ratificó una reducción de sus inversiones del 25% y, en paralelo, el Sindicato acordó un sistema de suspensiones rotativas para evitar despidos, algo que de todos monos no se pudo contener.
De la información abierta por el Gobierno neuquino se desprende que también los números de la producción ingresaron en una zona de descenso. El gas tuvo una merma en relación a los últimos meses de 2015, aunque se mantiene en los valores promedio del año pasado. Lo mismo para petróleo. La curva, por primera vez des mediados de 2014, comienza a mirar hacia abajo.
El avance del tight gas
Lo que continúa en ascenso es la participación de los no convencionales. El 23% del petróleo y el 29% del gas que se extrae en la cuenca es shale (Vaca Muerta) o tight. Como era de esperarse con los precios bajos para el crudo, lo que más se desarrolló fue el gas.
Hay que remontarse hasta 2010 para encontrar que existan más pozos tight que shale. En ese año la relación fue 24 a 2. En los dos primeros meses de 2016 vuelven a ser más los tight que shale: 22 a 18.
En números
1.039 es la cantidad de pozos no convencionales que hay en la provincia. Se reparten en 445 tight y 584 shale.
Los últimos años. El peso de YPF
2013: YPF fue quien impulsó el desarrollo no convencional en la Cuenca Neuquina y que sirvió para reactivar el sector.
2014: se puso en marcha el acuerdo entre YPF y Chevron para el desarrollo de Loma Campana que llegó a ser el segundo yacimiento del país.
2015: la crisis internacional del precio del petróleo empujó a las empresas a mirar el gas.
2016: la petrolera nacional ratificó un recorte de inversiones del 25% en consonancia con los ajustes en toda la industria.
