El petróleo subió a su nivel más alto en más de una semana, ya que la contracción de los inventarios de crudo y las nuevas señales de un repunte de la demanda de combustibles en los Estados Unidos contrarrestaron las preocupaciones sobre la perspectiva de una mayor oferta iraní.
El barril de la variedad WTI ganó 0,2% y cerró en 66,20 dólares mientras que el tipo Brent subió 0,3% y se pactó en 68,80 dólares.
Las reservas de crudo de Estados Unidos cayeron a su nivel más bajo desde fines de febrero, según un informe de la Agencia de Informaciones de Energía (EIA), mientras que los suministros de gasolina y destilados también cayeron.
Los indicadores de la demanda de combustible del país continúan destacando el progreso hacia el regreso a los niveles normales de consumo.
Esto compensó, de alguna manera, los avances en las conversaciones para reactivar un acuerdo nuclear con Irán quepodría allanar el camino para el levantamiento de las sanciones y el desencadenamiento de una avalancha de crudo iraní embarcado en superpetroleros en el mar.
Los consumos en los Estados Unidos están en franco ascenso, ya que los inventarios caen de cara a la temporada de verano, lo cual convive con el regreso de Irán al mercado.
La reducción de los suministros de combustibles puede incluso provocar una reducción de la oferta similar a la que se produce cuando un huracán destruye las refinerías de petróleo en Texas y Luisiana.
El informe de la EIA mostró que un promedio móvil de cuatro semanas de naftas, superó los 9 millones de barriles por día por primera vez desde marzo de 2020.
La perspectiva del combustible para aviones ha mejorado, ya que el movimiento de pasajeros en los aeropuertos registran algunos de los más transitados desde que la pandemia paralizó los viajes.
Ha habido no menos de 1 millón de personas que pasan por los puntos de control de la Administración de Seguridad en el Transporte cada día desde marzo pasado, según los datos oficiales de esa agencia.
En tanto, el oro subió 0,1% y cerró en 1.900 dólares por onza.