La arena, insumo clave para la fractura, se presenta como una oportunidad única en el país. Según representantes de las proveedoras estadounidenses, chinas y mexicanas que participaron de la Argentina Oil and Gas 2017, en nuestro territorio se produce poca cantidad, de calidad limitada y con menores alternativas de espesor. A eso se agregan los altos costos para llevarla a los pozos, un problema que, en rigor, afecta a locales y extranjeros.
En el mundo de las arenas y agentes sostén parece estar prohibido hablar de precios. “Es información sensible”, aseguran los representantes.
Sin un valor claro de mercado, la ecuación está determinada por decenas de variables como: volumen, duración de contrato (largo o corto plazo), calidad, capacidad de negociación, niveles impositivos, condiciones climáticas, logística necesaria, entre otras.
Las operadoras están pagando unos 60 dólares promedio por tonelada arena en crudo, a lo que se suma casi el cuádruple de logística, según la estimación que circula en el sector petrolero.
Mariano Giglio, ex-YPF y responsable técnico de Arflow (la distribuidora que engloba a Unimin, ChangQing y Jundu) señala una de las pantallas en el stand de la expo: “el principal tema de la Argentina es que acá no hay demasiada producción. No hay canteras del tamaño que uno encuentra en Estados Unidos. Esas son canteras de 50 metros. En la argentina hay promedio de 4 y 6 metros, en el mejor de los casos tiene 8”, apunta y asegura que, donde se hace una perforación en Argentina, las areneras estadounidenses están vendiendo sus apuntalantes.
“El segundo problema es que en argentina son canteras que producen un recurso de mallas muy finas. Las mallas necesitan distintos tipos de finura, y en Argentina la poca arena que se produce es muy fina”, sigue Giglio.
Para la distribuidora mexicana Masur, que ofrece productos de la norteamericana Badger Frac, pero también de la argentina Aremas, “en Argentina hay mercado porque no tiene la calidad que se pueden conseguir en Estados Unidos”.
Entre tanto, en Chubut el proyecto de YPF para extraer arenas silíceas en el valle inferior del río Chubut centralizó la escena pública durante varios meses a partir de abril de 2015, cuando se conoció la adquisición de campos por parte de la operadora con esa finalidad, para obtener los áridos necesarios para su uso en el yacimiento no convencional neuquino de “Vaca Muerta” y el desarrollo del fracking, una iniciativa que la petrolera había anunciado prácticamente un año antes.
Debates políticos, un proyecto de ley que nunca llegó a recinto, y la presión social que generó una iniciativa de neto corte extractivista dado que no implicaba procesamiento en la Provincia, desalentaron el avance, y el tema cayó prácticamente en el olvido (D.Madryn)
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Arenas silicias: ya hay competencia internacional
Artículos publicado el día: lunes 10, 2017