En declaraciones radiales, Aranguren explicó que los incrementos se discutieron con la industria a principios de año, para “ir reflejando de forma gradual el impacto que había tenido el insumo principal, el petróleo crudo, con la corrección cambiaria a partir de la salida del cepo”.
El ministro recordó que el último aumento aplicado antes de la devaluación fue el día posterior al balotaje, el 23 de noviembre, de 4,5%, cuando el tipo de cambio era de 9,68 pesos por dólar.
“A partir de esa reunión y ese acuerdo entre refinadores y productores -continuó Aranguren- el precio del crudo bajó 10% para acompañar el movimiento en el mercado internacional, pero el tipo de cambio pasó a 14,5 pesos promedio en lo que va del año, lo cual da un incremento de 35% para los combustibles”.
El titular de la cartera también reconoció que puede haber un nuevo aumento en el precio de los combustibles si se vuelve a depreciar el peso o sube el valor del petróleo en el mundo. “El precio de los combustibles depende mucho de cuál es el valor del petróleo”, dijo el funcionario y agregó que cree que el aumento del 10% aplicado el fin de semana será el último del año si no varía el valor internacional del crudo.
“Si el precio del crudo y el tipo de cambio se mantiene en los niveles actuales, yo creo que fue la última suba, pero no puedo estar pronosticando qué va a ocurrir con algo que tiene variaciones de precios que no dependen de lo que ocurre en la Argentina”, concluyó Aranguren.