(Depetroleo-Gonzalo Díaz). Los petro-estados necesitan urgentemente comenzar a diversificar sus economías, alejándose de la producción de petróleo, o de lo contrario se enfrentarán a riesgos financieros en los próximos años.
Esa conclusión proviene del último informe de la Agencia Internacional de Energía (AIE), "Perspectivas para las economías productoras", que advierte que un sistema energético cambiante amenaza las economías de las naciones productoras de crudo. En tal sentido, la amenaza de presenta de formas múltiples, tanto por el lado de la demanda como de la oferta.
La eficiencia energética, los vehículos eléctricos y otros cambios tecnológicos plantean interrogantes sobre la demanda máxima. La regulación del clima también constituye una amenaza con destruir el consumo. Por el lado de la oferta, el esquisto de Estados Unidos, podría capturar la mayor parte de cualquier incremento de la demanda que otros productores de petróleo podrían haber cubierto de otra manera.
Estos factores representan una serie de advertencias para los principales productores de crudo, y la AIE destaca principalmente a: Irak, Nigeria, Rusia, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Venezuela. Todos estos países son importantes productores de oro negro y dependen en gran medidas de sus ingresos proviene del petróleo para financiar sus presupuestos.
Esa dependencia es un riesgo durante los ciclos normales. La AIE observó que Irak vio caer sus ingresos petroleros en un 40% luego de la caída del precio internacional del crudo en 2014, mientras que Venezuela vio caer sus ingresos en un 70%. "Los grandes cambios en los ingresos de la producción de hidrocarburos, pueden profundamente desestabilizadores si las finanzas y las economías no son resistentes", menciona el informe.
Sin embargo, el escenario de menor precio del petróleo que propone la Agencia es un poco más oscuro, lo que hace necesario urgente la diversificación de las economías. "En el caso de que los precios se estabilicen en un rango de 60/70 dólares por barril, los ingresos netos de petróleo y gas nunca se recuperan a los niveles de 2010/2015, lo que lleva a una pérdida acumulada de 7 billones de dólares en ingresos durante el período hasta 2040".
"Sin reformas de gran alcance, esto se traducirá en gran déficits en la cuenta corriente, presión a la baja sobre las monedas y menores gastos del gobierno", según señala el informe.
La AIE dice que la forma en que adaptarán dichos países productores es crucial, no sólo para la supervivencia de sus propias economías, sino también para la seguridad energética mundial y la sostenibilidad ambiental.
Las desventajas de ser muy dependientes de los ingresos del petróleo y el gas son evidentes en la historia reciente de la economía global, dijo la AIE.
"Las economías productoras no han tenido un desempeño significativamente mejor en términos económicos que los no productores en los últimos años, a pesar de tener acceso a vastas fuentes de ingresos de petróleo y gas", destaca el informe. "Más que en ningún otro punto en la historia reciente, los cambios fundamentales en el modelo de desarrollo en los países ricos en recursos parecen inevitables".