(Depetroleo-Gonzalo Díaz). La respuesta mundial al Covid-19 puede “remodelar el futuro de la energía” en los próximos años, dijo el martes la Agencia Internacional de Energía (AIE) en su informe anual Perspectivas energéticas mundiales(1).
El informe de la AIE destacó que lo más importante de todo es cómo la crisis afectará en última instancia la transición a la energía limpia.
El informe señaló que, si bien la transición a la energía limpia continúa ganando impulso, se necesitan cambios estructurales más rápidos y audaces para que el mundo alcance emisiones netas de carbono cero.
El Covid-19 ha provocado una profunda perturbación e incertidumbre en el sector energético, detalló el Director de la AIE, Fatih Birol, en su cuenta de Twitter.
The World Energy Outlook 2020 is out!
It shows how the Covid crisis has brought deep disruption & uncertainty to the energy sector.
Whether it helps or hinders clean energy transitions will depend on how the pandemic plays out & how governments respond: https://t.co/Iu4KdrI6N9 pic.twitter.com/tNTFLljEph
— Fatih Birol (@IEABirol) October 13, 2020
“La crisis de Covid-19 ha causado más trastornos que cualquier otro evento en la historia reciente, dejando cicatrices que durarán en los próximos años”, dijo la agencia con sede en París en un comunicado. “Covid-19 desató una crisis de excepcional ferocidad en países de todo el mundo... La crisis todavía se está desarrollando hoy, y sus consecuencias para el futuro energético mundial siguen siendo muy inciertas”.
En el futuro, la AIE cree que las energías renovables asumirán un “papel protagónico” y la energía solar “ocupará un lugar central”, impulsada por las políticas gubernamentales de apoyo y la disminución de los costos.
“Veo que la energía solar se convertirá en el nuevo rey de los mercados eléctricos del mundo”, dijo Birol, director ejecutivo de la AIE. “Según la configuración de políticas actual, está en camino de establecer nuevos récords de implementación cada año después de 2022”.
Debido a los impactos continuos de Covid-19, la AIE espera que la demanda mundial de energía caiga un 5% en 2020, y que el consumo de petróleo y carbón caiga un 8% y un 7%, respectivamente.