Daniel Alonso fue colaborador de depetroleo; pero más que eso fue un amigo y un compañero de trabajo en distintos espacios. Su partida no solo nos entristece, sino que no duele profundamente.
(Víctor Amigorena) Triste. Sin dudas unas de las tantas noticias tristes que debemos dar, pero que en este caso nos pega muy de cerca. Debemos decirle adiós a Daniel Alonso. A Lito Alonso, como muchos le solían decir. Un hombre que marcó a fuego el camino periodístico. Y esto del “camino periodístico” no lo digo como una frase hecha. Daniel marcó sin dudas la profesión en Comodoro Rivadavia, especialmente para aquellos que tuvimos el enorme placer de conocerlo.
Incansable. Creo que esa es una de las tantas palabras que lo definirían. Una. Porque podrían utilizarse muchos adjetivos para Daniel, porque nunca estaba quieto.
Las palabras eran su fuerte. Pero no solo las que salían de su boca, sino aquellas que nacían en su cabeza, tal vez de allí el apodo de Cabezón también. Perdón Daniel, me permito esta pequeña humorada en este triste momento porque muchas veces te hemos “gastado” con eso, especialmente el día del peluquero y el trabajo que le dabas. Solo una pequeña sonrisa en este triste recuerdo.
Decía que las palabras eran tu fuerte, aquellas que plasmabas en el papel por ese entonces y en la computadora hasta hace poco. Porque en ellas reflejabas todo.
Has sido referente en este camino José de Punta Piedras.
Eras el joven inquieto en los pasillos de radio, el profesional que caminó la redacción de diario Crónica y entre tus tantas tareas estaba la de definir la tapa “del otro día”. Pasaste por ese entonces del blanco y negro al color. El mismo profesional que condujo en la pantalla de Canal 9 y el experimentado que publicó libros y escritos, entre ellos las inolvidables columnas en El Patagónico; y que hasta hace unos días nomás nos rescataba del olvido en tus colaboraciones el Del Mar.
Gracias por los audios, por las fotos, por los recuerdos, por las oportunidades. Gracias por enseñarnos Daniel.
Hoy la aldea te dice adiós. Gracias por marcarnos el camino.