Diputados y senadores planteaban ayer en el Congreso Nacional sendos pedidos de informe sobre la posible instalación de una central nuclear en Patagonia. Según confirmó un referente del PRO en Río Negro, Sierra Grande sería la localidad elegida para el proyecto y ya estarían avanzando con el estudio de factibilidad.
El dirigente del PRO y ex funcionario radical en Río Negro, Pedro Casariego, manifestó tener en su poder información fidedigna procedente de una alta fuente del Gobierno nacional, indicativa de que la localidad de Sierra Grande tiene muy ciertas posibilidades de ser elegida como centro de radicación de una planta nuclear con capacidad de generación del orden de los 1150 MW.
Según Casariego en declaraciones difundidas por la agencia APP, en los niveles correspondientes se está estudiando su factibilidad, y si los informes finales que se aguardan de un momento a otro resultan satisfactorios, los trabajos para concretar el proyecto en la localidad minera comenzarían a fines de este año o comienzos de 2018.
«Seguramente cuando el presidente Mauricio Macri realice su programado viaje a China firmará un acuerdo que nos beneficiará muchísimo. Los primeros mandatarios suscribirán convenios, pero tal vez el más importante resulte el que se refiere al financiamiento de dos centrales nucleares con una inversión de 12 mil millones de dólares. Una de ellas está decidida, es Atucha III con una generación de 745 MW, mientras que la otra no está absolutamente definida en cuanto a su emplazamiento, pero será superior», sostuvo el dirigente del PRO.
Confirmó que la segunda central «producirá 1150 MW y me juego que se construirá en la Patagonia, en la provincia de Río Negro. Se está estudiando su factibilidad, y si esto se confirma, las obras comenzarán a fin de año o principios del próximo. Todavía no me puedo imaginar todo lo que ello representa para nuestra región especialmente, y para el país en general.
Aunque subrayó que el proyecto «es confidencial», marcó que «es absolutamente cierto. No puedo revelar el origen por un compromiso de absoluta reserva contraído previamente.
Si los estudios resultan favorables tendrán una gran trascendencia. En alguna medida sería volver a aquella marcha, «hacia el Sur, el mar y el frío», de nuestro querido Raúl Alfonsín, aunque con otras características y en momentos muy diferentes». (El Chubut)
