El precio internacional de petróleo marcó una suba de entre 0,6% y 1,2% como consecuencia de una inesperada caída de los inventarios de crudo en los Estados Unidos, mientras que el oro ya bordea los US$ 2.000 a causa de una fuerte presión compradora por parte de fondos de inversión que buscan proteger sus carteras de largo plazo.
La onza troy de oro cotizó a 1.987 dólares lo que equivale a un avance del 1,2%, de acuerdo con los precios suministrados por la agencia Bloomberg.
Los gerentes que administran carteras a largo plazo, se están interesando en el oro a medida que buscan rendimientos en un panorama de inversión fluctuante.
La característica más distintiva es que los compradores son grandes administradores de carteras dejando de lado a los tradicionales compradores provenientes de la India y de China que permanecen al margen.
Sin embargo, no todo lo que reluce es oro. A diferencia de los bonos y las acciones, el metal no produce rendimientos y tiene un problema adicional que es el costo del almacenamiento.
La decisión de la Reserva Federal de mantener las tasas cercanas a cero hasta tanto dure la pandemia implica que la inversión en bonos del Tesoro no resultará atractiva lo cual podría impulsar el precio del metal aún más.
Tradicionalmente, los bonos del Tesoro son un refugio de alta calidad para los inversores pero la decisión de la FED les resta potencia y disminuye su apetito como diversificador de carteras.
Para muchos analistas, nuevos inversores no tradicionales ingresaron al mercado del oro y se espera que aparezcan nuevos jugadores como compañías de seguros y fondos de pensiones, lo que puede alimentar el apetito por el metal, a pesar de todos los problemas de logística y atesoramiento que plantea la tenencia de lingotes.
En tanto, el barril de petróleo aumentó hoy como consecuencia de una inesperada caída de los inventarios de crudo en los Estados Unidos.
El petróleo de la variedad WTI subió 0,6% para cerrar en 41,30 dólares mientras que el tipo Brent aumentó 1,2% para concluir pactándose en 43,80 dólares, según los registros de la agencia Bloomberg.
El precio del barril de referencia estadounidense subía tras la publicación de los datos oficiales de la Administración de Información Energética que revelaron que las reservas de petróleo de EE.UU. bajaron en 10,6 millones de barriles durante la semana del 24 de julio hasta 526 millones de barriles.
En tanto, los stock de destilados aumentaron 1,2 millones de barriles, lo que revela la caída del consumo de carburantes.
El mercado petrolero sigue preocupado por la demanda y por el aumento de casos de coronavirus en Estados Unidos, que a su juicio ha sembrado dudas sobre la fortaleza de la recuperación económica del país.
Los expertos creen que los precios oscilen entre los 36 y los 42 dólares durante un largo tiempo, al tiempo que se mostraron temerosos por la falta de acuerdo entre legisladores demócratas y republicanos para llegar pronto a un acuerdo sobre el nuevo paquete de estímulos económicos, valorado en un billón de dólares.