(Depetroleo-Gonzalo Díaz). Las acciones de Saudi Aramco siguieron bajando, a pesar del histórico acuerdo del domingo(2) para reducir la producción de petróleo alcanzado por la OPEP y los principales productores de petróleo del mundo.
Las acciones de Aramco bajaron un 1,7% al final de la jornada de ayer, tras haber bajado un 1,25% el domingo.
La caída de las principales acciones de la Bolsa de Valores de Arabia Saudita disminuye por segunda sesión, en medio de temores de que los recortes de la producción mundial acordados no sean suficientes para reducir la sobreabundancia de crudo, a la luz de la disminución de la demanda de hidrocarburos que viene provocando la pandemia global del coronavirus.
La OPEP y sus aliados, encabezados por Rusia, acordaron reducir la producción en mayo y junio en 9,7 millones de barriles diarios, lo que equivale al 10% de los suministros mundiales.

Tras el constante desplome de los precios del petróleo, el mundo ha cambiado repentinamente para las grandes compañías petroleras de Estados Unidos y sus inversores. Provocada por lo que parece la tormenta geopolítica perfecta, la pandemia del coronavirus, la guerra de precios entre Arabia Saudí y Rusia y excedente de demanda, el siguiente gran peligro que acecha el camino del petróleo es una rebaja de los robustos dividendos de estas gigantes compañías.
Oportunamente, el gigante petrolero británico BP había anunciando un recorte del 25% en sus inversiones de capital este año como reacción al colapso de los precios del crudo, en particular debido a la parálisis económica causada por el coronavirus(1).
Esta reducción afectará tanto a la exploración como a la producción, y en particular a las actividades relativas al petróleo de esquisto en Estados Unidos, así como a la refinación.
En el mismo sentido actuó Chevron, anunciando a fines de marzo, recortes en su presupuesto, reduciendo sus gastos de capital para 2020 en u$s 4 mil millones, o 20%. Se espera que se produzcan reducciones en toda la cartera: u$s 2 mil millones en proyectos no convencionales, principalmente en la cuenca del Pérmica, u$s 700 millones en proyectos de exploración y unos u$s 500 millones en negocios de base ascendente repartidos ampliamente en nuestros activos estadounidenses e internacionales, entre otros items.