El fondo norteamericano, creado en Texas, Lone Star se encuentra hoy en plena negociación para quedarse con la mayor compañía de equipos de perforación de Argentina (que tiene por principal cliente a YPF), por US$ 150 millones.
El fondo norteamericano Lone Star, un hedge fund creado en Texas con amplia actividad en Europa, planea desembarcar en Argentina con la compra de San Antonio International (SAI), una de las mayores empresas de servicios petroleros de Argentina. Hudson Advisors LP, una empresa global de gestión de activos controlada por Lone Star, está realizando el due dilligence de San Antonio, según confirmaron a EconoJournal tres fuentes privadas sin contacto entre sí. La negociación está avanzada, pero aún no está cerrada, revela Nicolás Gandini en Econojournal.com.
Cabe señalar que SAI es una empresa que tiene fuerte presencia, principalmente en la zona norte de Santa Cruz y que ha protagonizado, en los últimos tiempos, más de un conflicto por despidos de sus trabajadores.
De concretarse, Lone Star pagará unos US$ 150 millones para quedarse con el negocio de San Antonio en Argentina. En tanto que otro grupo empresario podría avanzar con la adquisición de los activos en Bolivia, México y Venezuela. San Antonio es una firma presidida por el empresario argentino Walter Forwood, en representación de entidades bancarias que tomaron la operación de la empresa cuando el controlante anterior, la brasileña GP Investments, entró en cesación de pagos a principios de esta década.
Desde entonces, hubo varias empresas interesadas en quedarse con la empresa de servicios, el mayor proveedor de equipos torre (perforación, pulling y workover) del país. La última fue el grupo Roggio, que estaba dispuesta a desembolsar hasta US$ 195 millones por San Antonio, aunque finalmente la negociación no prosperó por el deterioro reputacional y judicial de Aldo Roggio, titular del holding, por impacto de la causa que investiga el presunto pago de coimas por parte de la empresa brasileña Odebrecht.
Los representantes de Lone Star en el país son ejecutivos con un largo recorrido en el sector financiero, con contactos evidentes con ex funcionarios de peso del gobierno de Mauricio Macri. Uno de ellos Luis María Blaquier, ex director del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la Anses, que renunció a su cargo en diciembre de 2016. El ejecutivo alegó motivos personales, aunque en la city porteña atribuyen su renuncia a la polémica generada por un memorándum bilateral con Qatar en noviembre de ese año. Blaquier se fue a Lone Star a principios de 2017 y con él desembarcó Enrique Bollini, el ejecutivo que lo acompañó al frente del área de inversiones del FGS de la Anses, el organismo que ahora dirige Emilio Basavilbaso. Tanto Blaquier como Bollini integraban el Directorio del Fondo de Garantía de Sustentabilidad con el ex ministro de Finanzas, Luis Caputo, que tras la salida de Federico Sturzzenegger fue designado al frente del Banco Central, cargo que finalmente abandonó el mes pasado. Sebastián Caputo, primo segundo de Luis y ex director del Grupo Pegasus, el holding fundado por Mario Quintana, ex vicejefe de Gabinete, es el directivo de Hudson Advisors que lidera el proceso de due dilligence para valuar los activos de San Antonio. Sebastián es hijo de José Luis “Luigi”, hermano fallecido de “Nicky” Caputo, íntimo amigo del presidente.
“Lone Star está dispuesto a invertir cerca de US$ 100 millones para incorporar tres equipos de perforación de última generación para participar del desarrollo de Vaca Muerta”, explicaron allegados a la operación.
Uno de los principales desafíos de San Antonio consiste, precisamente, en renovar y modernizar su flota de equipos, tanto de perforación como de terminación (fractura y coiled tubing) de pozos. La empresa que lidera Forwood presta servicios a varias empresas petroleras, pero su principal cliente es YPF, la petrolera controlada por el Estado, que explica casi un 70% de su facturación.
Real estate
Lone Star es un megafondo de inversión a riesgo con su casa matriz en Dallas (Texas). En España, el hedge fund llevó adelante un negocio multimillonario en el negocio inmobiliario a mediados de 2014, cuando, en el marco de la profunda crisis del sistema financiero internacional, se quedó con el 50% del negocio del real estate de la empresa Kutxabank a cambio de 930 millones de euros. Luego compró la cartera de CaixaBank. Esa operación fue liderada por el argentino Juan Pepa.