(Depetroleo-Gonzalo Díaz). Los inversiones de todo el mundo ven con preocupación el desarrollo crítico de la coyuntura financiera en nuestro país. La turbulencia de los mercados emergentes, no hace más crear una sombra de dudas sobre el efecto de vulnerabilidad que tenga que atravesar nuestro país para cumplir con los pagos de sus créditos internacionales.
El peso argentino perdió, ni más ni menos que, una quinta parte de su valor el último jueves, a pesar de que el Banco Central aumentó la tasa de interés de referencia un 60%. Un día antes, desde el Gobierno argentino se solicitó un pedido de liberación de un préstamo de emergencia al FMI de 50.000 millones de dólares, antes de lo planificado.
En países como Argentina, que devaluó su moneda un 95% su moneda en el período agosto 2017/agosto 2018, y Turquía que devaluó su lira 25% en 2018, que se acercan a crisis económicas, muchos inversores entran en pánico y sacan su dinero de esos mercados.
"Existe un temor de que Argentina se parezca mucho a Turquía. Los problemas ante vulnerabilidades externas son similares. Argentina podría tener recesión en 2018, que es un cambio radical respecto a meses anteriores, pero los inversores, están siendo demasiado pesimistas", comentó la investigadora Mónica De Bolle, del Instituto Peterson de Economía Internacional.
Es más, De Bolle avisora un pronóstico aún más sombrío para el futuro, ya que "los drásticos pasos para subir las tasas de interés y pedidos al FMI de que libere un préstamo antes de lo previsto, podrían empeorar la situación económica argentina".
El Banco Central argentino, que ya vendió este año más de 13.500 millones de dólares, en un intento para sostener la devaluación del peso, resultó en una caída de las reservas, que hasta el día de hoy se contabilizan en unos 53.000 millones de dólares.
Y al respecto, la crisis de la lira turca, ha ejercido aún más presión sobre otras monedas de todo el mundo, y es por eso que los inversionistas y diversos grupos multinacionales de inversión, tengan cada vez más dudas sobre las crisis cambiarias de Turquía y Argentina.
Los tipos de desbalances, como los déficits fiscal y externo, vuelve muy vulnerable a estos países a las "tormentas" financieras internacionales, porque se requiere de una gran cantidad de fondos extranjeros para financiarlos. Fondos, recursos y disponible que comenzará a escacear, a medida que los inversionistas tengan una expectativa, de un incremento mayor al previsto de las tasas de interés de la Fed y otros bancos centrales.
Para el caso de Argentina, la exposición de los bancos españoles alcanza los 28.000 millones de dólares, que representa el 55.4% de los 50.400 millones de del conjunto de la banca extranjera en nuestro país, muy por delante de los bancos estadounidenses, que cuentan con 9.500 millones de dólares, disponibles en el sistema público bancario en Argentina.
Otros países también se vieron afectados por la devaluación de su divisa nacional, tal es el caso de Rusia: 25% en este año.
Suecia es otro de los países europeos donde a futuro, se estima que afrontará dificultades económicas, pero con connotaciones estrictamente de orden político. Ya que el país nórdico, afrontará elecciones este año, y según las encuestas, por primera vez en casi 20 años, la "socialdemocracia" podría perder el poder. Una situación que sumará más tensiones a los mercados europeos, que a su vez, siguen muy de cerca el ritmo de la economía estadounidense.