(Depetroleo-Gonzalo Díaz). Tras dos años en los que OPEP y Rusia se unieron para controlar (exitosamente) el exceso de petróleo mundial, una verdadera 'tormenta perfecta' se desató en las últimas semanas en el mercado petrolero internacional: escaladas bélicas en Medio Oriente y la peor caída de producción de petróleo en Venezuela, han derivado inexorablemente en un repunte del valor del barril, visto por última vez a fines de 2014.
Consecuentemente a lo anunciado, en las próximas semanas, la confluencia alternada de varios factores elevaría aún más el riesgo geopolítico, e impulsarán al alza los precios del 'oro negro', en un mercado global cada vez más ajustado que años posteriores.
Para tal fin, hemos identificado distintos puntos geoestratégicos globales, en los cuales priman actualmente los mayores riesgos geopolíticos que marcarán el destino del precio del petróleo:
▪Irán: Tercer máximo productor de OPEP, que actualmente bombea 3.8 millones de barriles diarios, podría ser la amenaza más directa para el suministro mundial.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, retiró a su país del acuerdo nuclear con la República Islámica, y acordado a su vez con China, Rusia, Alemania, Gran Bretaña y Francia. Y es relativamente alto el riesgo de que Washington imponga sanciones a Teherán, lo que haría peligrar unos 450.000 barriles diarios del suministro mundial a los mercados petroleros. Es para resaltar además que, los principales clientes de Irán son China, India y Corea del Sur.
Según distintas estimaciones, la pérdida de suministros, generaría una variación alcista de u$s 2 a u$s 10.
▪Yemen: La disputa bélica entre Arabia Saudí y Yemen, corre cierto riesgo de aumentar. En un guerra originada en 2015, las fuerzas yemeníes (aliados a Irán) en lucha contra la coalición árabe/saudí, han centrado sus ataques a las instalaciones de Aramco y a Riad con misiles. Yemen se encuentra emplazado a lo largo de uno de los centros neurálgicos mundiales del petróleo en el Mar Rojo. En tal sentido, millones de barriles circulan a diario por las costas yemeníes del Canal de Suez, rumbo a Europa.
Si bien Yemen no es un importante productor de petróleo, un recrudecimiento bélico con el Reino árabe, podría suponer la interrupción de las rutas de crudo, y un normal flujo de petróleo.
▪Mar Rojo: El estrecho de Bab el-Manden es uno de los puntos clave de la Península Arábiga, que conecta el Mar Rojo con el Golfo de Adén y el Mar Arábigo. Según estimaciones de la Agencia Internacional de Energía, un total de 4.8 millones de barriles diarios y productos derivados van con destino a Europa, Estados Unidos y Asia.
▪Estrecho de Hormuz: El 'cuello de botella' más importante del mundo, por donde fluyen diariamente unos 18.5 millones de barriles, según la Agencia Internacional de Energía.
La ruta por la cual todos los exportadores del Golfo Pérsico envían su petróleo, y a través de la cual circula el 30% del crudo diarios que posteriormente son transportados por mar.
Al respecto, y sabiendo de estos datos, Irán ha amenazado en el pasado con bloquear el Estrecho de Hormuz, aunque la presencia naval de Estados Unidos en la zona podría impedirlo con relativa facilidad, un estallido armado en esa zona, derivaría en una interrupción de flujos a nivel global.
▪Siria: Otro de los 'puntos calientes' de la geopolítica internacional. Con un conflicto bélico multinacionales, en que confluyen las fuerzas de ISIS, Israel, Estados Unidos, Rusia e Irán, y recrean un complejo panorama, en el que ni siquiera el país en donde se da este conflicto es un gran productor de petróleo, pero con hemos visto semanas atrás, la incursión con misiles sobre Siria generó una nueva escalada del conflicto, y ante tal incertidumbre los mercados reaccionaron con incrementos en el precio del barril.
▪Irak: Segundo gran productor de OPEP, por detrás de Arabia Saudí. Irak está celebrando por estos días elecciones parlamentarias en medio de cuestiones sin resolver en la región kurda, que afectaron recientemente las exportaciones del crudo decIr a Irak hacia Turquía.
Si bien Medio Oriente es el centro donde el riesgo geopolítico conlleva la mayoría de los peligros de interrupción de suministros; existen actualmente dos sitios alejados a las regiones anteriormente detalladas, pero con influencia suficiente como para afectar el normal flujo y precio del crudo.
▪Libia: El productor petrolero del Norte de África ha conseguido incrementar su producción a casi 1 millón de barriles diarios. Los persistentes conflictos sociales entre facciones rivales en disputa por el control de campos de petróleo, han estado atentando contra instalaciones, pozos y oleoductos de crudo, logrando interrumpir lo suficiente la producción de su país como para hacer aumentar en algunas oportunidades el porcentaje del valor del petróleo.
▪Venezuela: Con una producción en plena caída, restricción del crédito internacional, falta de mantenimiento, éxodo de personal especializado y una economía y finanzas con altos porcentajes inflacionarios, el interrogante es saber: que tan bajo podrá seguir cayendo la producción?.
Según reportes cercanos a OPEP, la producción venezolana promedió en 2016 unos 2.154 millones de barriles diarios, mientras que en 2017 cayó a 1.916 millones de barriles diarios, y finalmente en este año descendió a 1.488 millones de barriles al día.
La restricción que impulsó Estados Unidos al petróleo venezolano ha sido, a su vez, determinante ya que actualmente Colombia ha superado a Venezuela como principal cliente de Washington.
Próximamente el Venezuela se celebrarán elecciones presidenciales, a las que asistirán en democracia miles de venezolanos, y en caso de ser reelegido el actual mandatario, Nicolás Maduro, desde Washington podrían sancionarse nuevas medidas contra Caracas; según distintos analistas se contemplan posibles prohibiciones de exportación de crudo light de Estados Unidos, un tipo de crudo vital usado para movilizar el pesado crudo venezolano por oleoductos.
Difícilmente puedan ocurrir todos hechos a la vez, ya que la coyuntura geopolítica internacional está estrechamente ligada a cuestiones e intereses regionalistas y políticos, que distan bastante de estar sincronizados, pero podrían ser resultante de factores desencadenantes de una continúa suba de precios, derivado de la interrupción total o parcial de suministros de petróleo.