(Depetroleo-Gonzalo Díaz). El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este martes que su país se retirará del acuerdo nuclear con Irán, al tiempo que impondrá nuevamente sanciones económicas que había levantando tras la firma del acuerdo en 2015.
La decisión de retirarse del mencionado acuerdo, tendrá consecuencias directas para la industria petrolera iraní, que ha elevado recientemente su producción de 2.7 millones de barriles diarios a unos 3.8 millones de barriles por día, tras la firma del acuerdo por parte del antecesor de Trump, el ex presidente Barack Obama.
"El acuerdo de Irán es defectuoso en su núcleo. Si no hacemos nada, sabemos lo que va a pasar. En poco tiempo, el principal patrocinador estatal del terror estará en la cúspide de la adquisición de las armas más peligrosas del mundo", escribió Trump en su cuenta oficial de Twitter.
Así mismo debemos mencionar que, la salida del acuerdo por parte de Washington no es novedad, ya que en su oportunidad, Trump en instancias en las que era candidato para ocupar la Casa Blanca, en 2015, también utilizó la red social Twitter para descubrir al acuerdo nuclear de Irán como "terrible para Estados Unidos y el mundo. No hace más que hacer rico a Irán y conducirá a la catástrofe".
Algunos analistas estimaron que la aplicación de sanciones a Irán, reduciría del mercado unos 200.000 barriles diarios, pero aún si Irán tuviera que renunciar a esas ganancias y regresar a los niveles de producción precios, no será causal de un aumento duradero ni sobresaliente de precios.
Esto se debe a que los mercados todavía tienen reservas de petróleo, a pesar de los esfuerzos de OPEP y sus aliados por controlar el excesode oferta en estos dos últimos años.
Recordemos en tal sentido que, Europa está comprando actualmente un cuarto de las exportaciones petroleras a Irán (tercer máximo productor de OPEP), y el porcentaje restante es adquirido por los grandes compradores asiáticos, China, India, Corea y Japón.
Recientemente el gurú petrolero de referencia del mandatario norteamericano, Harold Hamm estimó que no pasará mucho tiempo antes de que Estados Unidos pueda reemplazar una gran parte del crudo iraní, con su propio petróleo. Ya que la producción petrolera de Estados Unidos está camino a lograr una producción récord de 11 millones de barriles diarios hacia fines de año.
Es por todo esto que, nada impedirá a Estados Unidos acaparar el vacío que deja la producción iraní, tras las sanciones económicas a la República Islámica. Incluso los niveles de 'fracking' ayudarían a equilibrar aún más el colapso del crudo iraní, como lo hace actualmente con la industria energética venezolana.