(depetróleo) Tranquilo, amable y muy humildemente, quien hasta el próximo viernes se desempeñará como CEO de YPF, se despidió de su equipo de trabajo en Comodoro Rivadavia, reuniendo a los líderes de la cuenca del golfo San Jorge.
Miguel Galuccio tomó la misma decisión que hace cuatro años atrás, cuando asumió la conducción de la mayor compañía hidrocarburífera del país. En ese momento decidió presentarse en Comodoro Rivadavia, ayer decidió despedirse en el mismo lugar.
Un lugar que tiene muchos condimentos personales, pues en el año 1994 se inició profesionalmente en esta zona, en El Trébol para ser más específicos, y un año después en la zona de Las Heras.
“Estaba acá cuando nació mi primer hijo en Paraná –recordó-, en una gamela de Km 3 y no pude verlo nacer”.
Ayer sorpresivamente para algunos, y no tanto para otros, arribó en horas de la tarde a esta ciudad y resaltó el trabajo de la gente de la compañía “….YPF es la gente, no es la tecnología, no es la logística, es la gente, ellos le dan vida esta compañía”, aseguró.
“Es para mí un momento especial –indicó- con el sentimiento por un lado de haber cumplido una etapa fundacional en YPF, y por otro la tristeza de la despedida, que tiene que ver con el haber hecho una construcción de la relaciones humanas, con el apego a la gente, que no se puede disociar de lo otro”.
Para aquellos “viejos ypefianos” que conocen en detalle la historia dela compañía, Galuccio ha marcado un hito en la misma, comparándolo –y así se lo hicieron saber- con la gestión Stenssoro, un reconocimiento que no le cabe a cualquiera.
YPF como herramienta de desarrollo energético
“YPF es la gente, a YPF la sacás la gente y no es nada, así que recibir ese reconocimiento es extremadamente fuerte, y es lo más valioso que me llevo". La experiencia que he tenido, con las cosas que me han dicho, es para mí llevarme más de lo que dejé”.
Aún así no dejó de reconocer el equipo de trabajo que lo acompañó, más allá “de que a mí me tocó llevar el timón. Tuve un trabajo que necesitaba un fuerte liderazgo, marcando la función de YPF más allá de la compañía. Para poder hacer esto, era importante que la gente y el Gobierno sintieran que YPF era la herramienta para el desarrollo energético del país, y así fue entendido, y creo que eso hoy no está en discusión, por eso creo que eso trasciende un poco lo que hemos hecho”.
No dudó en señalar el enorme compromiso que tienen quienes componen la compañía “que va más allá incluso de la empresa, se sienten que están haciendo algo que puede cambiar el futuro del país”.
En lo personal indicó que se tomará un poco de tiempo con su familia, dedicarle tiempo con calidad, luego de cuatro años muy vertiginosos. Si bien tiene muchas propuestas laborales, dijo que hasta el momento no ha analizado nada, justamente por el compromiso que tiene de cerrar adecuadamente esta etapa.
“Tomaré un poco de respiro y luego tendrá las reuniones para ver que hago”.
Cuatro años en un libro
“Creo definitivamente que se ha marcado un camino, hemos ganado muchas cosas y la gente va a defender eso dentro de la compañía. En cuanto a la sociedad creo que hay un reconocimiento al trabajo hecho, creo que no hay cuestionamientos hacia YPF hoy. Lo que no sé es si hay un entendimiento del rol de la compañía, sobre la importancia del futuro energético a largo plazo. Hoy no sabría decir si henos podido marcar eso a fuego”.
Galuccio se mostró orgulloso de lo que se ha logrado desde lo profesional en YPF, en donde antes la gente se formaba para irse, mientras que hoy han ingresado desde otras compañías.
“Es una etapa muy importante, donde se lograron muchas cosas”.
Los cuatro años de la gestión Galuccio han sido plasmados en un libro que escribió bajo el nombre “El libro blanco”, tal vez una forma de decir que la historia de YPF se sigue escribiendo.
“Cuando uno tiene la camiseta de YPF, es imposible de sacársela, es un sentido de pertenencia que uno lleva adentro”, finalizó.