Los dichos de un subsecretario de Aranguren pusieron las luces de alerta. El precio estímulo a la producción nueva de gas caería en diciembre y sólo se mantendría el del no convencional. Las petroleras hicieron una fuerte advertencia en la palabra del titular del IAPG sobre el futuro de las inversiones si eso ocurre.
En momentos en que Santa Cruz comienza a avizorar un horizonte de inversiones tanto en la Cuenca Austral como en el Golfo San Jorge, tendientes a incrementar la producción de gas, bajo el impulso de la mejora del precio del millón de BTU a US$ 7,50 cuando se trata de nuevas extracciones, las declaraciones del secretario de Planeamiento Energético Estratégico del Ministerio de Energía, Daniel Redondo, asegurando vía redes sociales que el precio “estímulo” se “caería” en diciembre, encendieron todas las luces en el sector empresario hidrocarburífero.
Ayer, en la presentación a la prensa de la 12ª Exposición Argentina Oil&Gas (AOG), que comenzará el próximo lunes 25 de septiembre en el predio Rural de Palermo, el presidente del Instituto Argentino del Petróleo y del Gas (IAPG), Ernesto López Anadón, fue categórico: “si no hay precio, no habrá inversión” con respecto al precio sostén que necesita la industria, indefectiblemente, para seguir extrayendo recursos de los yacimientos maduros, como son los de Santa Cruz.
El IAPG es un organismo integrado por las empresas del sector que brinda asesoramiento técnico y rara vez hace afirmaciones políticas, por eso las declaraciones de López Anadón sonaron aún más fuertes.
Claramente sus dichos fueron en respuesta a los de Redondo, quien acusó al “lobby” petrolero de hacer “fuerza” para que se extienda el plan estímulo que viene de la gestión anterior y que tiene plazo de vencimiento el 31 de diciembre de este año.
Redondo, íntimo colaborador del ministro de Energía, Juan José Aranguren, le dio la razón a Jorge Lapeña, ex secretario del área e integrante del consejo asesor, que es híper-crítico de la escasa exploración de las compañías. Pero resulta paradigmático que el Gobierno presupuestó para el año entrante $ 26.310 millones en la “Formulación y Ejecución de Políticas de Hidrocarburos”, para normalizar el mercado, y uno de los objetivos “prioritarios” es que crezca un 6% la producción de gas, que hoy viene registrando una caída de 1% interanual.
Esa caída es el principal argumento que esgrimen desde Energía para decir punto final a fin de año, porque ya se han ejecutado en el marco del Plan Gas $ 17.000 millones en los primeros siete meses del año y la producción no subió. Por lo que apuntan a, desde el 1 de enero, subsidiar sólo la actividad de los yacimientos no convencionales, que beneficiará fundamentalmente a Vaca Muerta.
Pero la realidad es que las empresas pretenden (con la propia YPF, Pan American Energy y Tecpetrol a la cabeza) un precio sostén en todas las áreas, para hacer rentables las operaciones y no tener que retirarse de zonas potencialmente menos atractivas, poniendo como ejemplo al Golfo San Jorge e incluso a los pozos convencionales de Neuquén.
De hecho, apostando a que el precio estímulo continuará es que en Santa Cruz, tanto CGC como YPF, Enap Sipetrol y PAE se apuntaron para explorar áreas revertidas, pero potencialmente ricas en gas.(LOA)