Las principales distribuidoras de gas del interior del país (de Córdoba, Santa Fe y Mendoza, por ejemplo) están pidiendo recomposiciones tarifarias superiores a las de Buenos Aires. Las compañías de esas provincias irán a las audiencias públicas por las tarifas solicitando incrementos de hasta 58% para los clientes de menores consumos. En Buenos Aires, los hogares de categorías tarifarias más bajas atravesarán un aumento del 43%, si se cumple lo que le pidieron al Enargas.
La región patagónica tiene una dinámica de tarifas de gas completamente diferente a la del resto del país. Por el frío, el ministerio de Energía decidió una quita de subsidios a otra velocidad. Por esa razón, aunque tendrá ajuste, el peso del mismo será menor al del resto del país. Un incremento del 40% de un consumo que se despacha a $ 4 -como el metro cúbico de gas en Buenos Aires- representa $ 1,75 extra de encarecimiento. En cambio, en las ciudades patagónicas, hay casos donde la vivienda paga el metro cúbico de gas a $ 1,50. En ese caso, una suba del 40% equivale a 60 centavos, casi tres veces menos en dinero que en el resto del país.
La quita de subsidios del Gobierno nacional plantea dejar casi regularizada -sin subsidios- la situación del gas hacia 2019 para todo el país, pero el plazo se extiende hasta 2023 en la región patagónica. Allí dispondrán de cuatro años más para ponerse en la misma situación que el resto del país.(Clarin)