Desde la explosión, que se produjo el pasado 10 de enero en la mina de oro de Qixia, en la provincia de Shandong, los servicios de emergencia han intentado rescatar a los trabajadores, que se quedaron atrapados a varios cientos de metros de profundidad. Durante el encierro, uno de ellos ha perdido la vida informo ABC internacional
A través de un cable introducido por un agujero, los servicios de rescate han enviado víveres, comida y medicamentos a los mineros atrapados, que a su vez han sido capaces de mandar dos mensajes a la superficie a través de textos. Las operaciones de perforación son especialmente difíciles por la estructura geológica del suelo, hecha de piedras duras como el granito.
Dos semanas pasaron desde el incidente que dejó a 21 mineros atrapados a cientos de metros de profundidad. Recién este domingo el personal que integra las brigadas de emergencia ha logrado rescatar a once de ellos, según los medios estatales chinos.
El primer hombre rescatado ha sido sacado de la mina alrededor de las once de la mañana del domingo. Después, ha sido transportado al hospital. Se encontraba «extremadamente débil», según la cadena de televisión pública «CCTV».
Los cables internacionales informaban hoy lunes que 9 de los mineros restantes fueron hallados sin vida y aún resta saber el destino del último de ellos. Dentro del primer grupo de mineros encontrados se supo que uno de ellos fue retirado sin vida tras haber recibido un fuerte golpe en la cabeza al momento del accidente.