(Depetroleo-Gonzalo Díaz). Los precios del petróleo subieron más del 10% después de que un ataque coordinado con drones golpeó el corazón de la industria petrolera de Arabia Saudita el sábado, obligando al reino saudí a reducir su producción de petróleo a la mitad.
Los futuros referencial WTI se dispararon u$s 6.4, o 11.67%, a u$s 61.23 por barril, y los futuros del crudo Brent se ascendieron unos u$s 7.89, o 13.3% a u$s 68.07 (21:50 del domingo 15/09).
Los ataques perpetrados con drones el pasado sábado en dos instalaciones de procesamiento de petróleo en Abqaiq y el cercano campo petrolero Khurais, destruyendo 5.7 millones de barriles de producción diaria de crudo o el 50% de la producción de petróleo del reino. Según los informes, Saudi Aramco, la compañía petrolera nacional, apunta a restaurar aproximadamente un tercio de su producción de crudo, o 2 millones de barriles para el lunes.
“Si bien a corto plazo el impacto físico directo en el mercado podría ser limitado, esto debería alejar al mercado de su ciclo macroeconómico bajista y aumentar la prima de riesgo en el mercado a medida que los fondos reducen sus posiciones cortas”, dijo Chris Midgley, director global. de análisis, S&P Global Platts.
....sufficient to keep the markets well-supplied. I have also informed all appropriate agencies to expedite approvals of the oil pipelines currently in the permitting process in Texas and various other States.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) September 15, 2019
El domingo por la noche, el presidente Donald Trump dijo que estaba autorizando la liberación de petróleo de la Reserva Estratégica de Petróleo (SPR) para mantener los mercados “bien abastecidos”.
El mandatario norteamericano también dijo que hay razones para creer que Estados Unidos conoce al culpable y está “bloqueado y cargado”, mientras espera que la verificación del reino continúe.
Estados Unidos culpó a Irán por los ataques con aviones no tripulados en esas instalaciones importantes. El secretario de Estado Mike Pompeo dijo en un tweet el sábado que Irán lanzó un “ataque sin precedentes contra el suministro mundial de energía”.